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miércoles, julio 23, 2025
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Paginas para follar gratis. Web de contactos de sexo y citas de adultos

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Existen multitud de páginas para follar gratis, webs y redes sociales destinadas a establecer contactos entre adultos. Lo que se busca es tener citas para aventuras casuales y esporádicas. A continuación vamos a nombrar algunas de estas páginas de contactos para sexo gratis entre adultos.

Consejos para tener relaciones sexuales por internet

Navegando por las páginas webs podemos encontrar perfiles que, bien por falta de información, por no saber escoger las fotos adecuadas o por su descripción, hacen que se pierda el interés en la persona en cuestión. Vamos a dar unos cuantos consejos acerca de cómo cumplimentar tu perfil en un portal para que resulte más atractivo a los interesados en obtener relaciones de sexo y así existan más posibilidades de obtener contactos y citas satisfactorias.

Elegir tu foto de perfil

Según diversos estudios, el mayor atractivo percibido se debe a dos factores, la hora en la que se realiza la foto y la profundidad de campo de la misma. No vamos a extendernos en cuestiones técnicas, pero las fotos que más atraen son primeros planos tomados en las horas centrales del día.

Otro punto importante es la actitud facial ante la foto, sonreir, flirtear, mirar al objetivo o a otro punto… La actitud que genera más atracción si eres hombre es mantener la vista fija fuera del objetivo, sin sonreir ni flirtear. En cambio para las mujeres está recomendado mirar al objetivo sonriendo y/o flirteando. En los portales para tener citas sexuales, se pueden subir fotos más explícitas, todo depende de lo que permita el sitio web.

Otros consejos básicos son los siguientes:

  • No subas fotos antiguas. Las personas quieren conocerse tal y como son ahora, máxime si han habido cambios sustanciales en la imagen personal.
  • No subir fotos con niños, pueden prestarse a malos entendidos.
  • No subas fotos en la que aparezcas de fiesta o en estado de embriaguez, no benefician a tu imagen.
  • Las fotos semidesnudo no son recomendables en las web de citas tradicionales, aunque pueden resultar efectivas si tienes un buen cuerpo y las publicas en las web especializadas en contactos para adultos.
  • No subas fotos alardeando de coches, mansiones o cosas similares. Procura no mostrar cual es tu estatus social para no segmentar a tu público.

Creando tu perfil

Si una buena foto es muy importante, no lo es menos escribir un perfil correcto y atractivo. Unos consejos básicos son los siguientes:

  • Escribe sin faltas de ortografía. Un texto con errores de ortografía recibe menos contactos que la media, incluso hay muchas personas que rechazan los perfiles por este motivo.
  • Haz una pequeña lista con tus intereses y aficiones.
  • Realiza una descripción de lo que eres y qué buscas.
  • La extensión del perfil debe ser medianamente extensa. Debes hacer un esfuerzo en este aspecto, las descripciones más desarrolladas son sinónimos de más éxitos.

Tus primeros mensajes

No comiences realizando cumplidos acerca de la apariencia física, las conversaciones así iniciadas suelen ser más cortas. En cambio, debes intentar hacer referencia a detalles que te han gustado de su perfil o a aficiones comunes. Por este motivo es importante tener un perfil bien cumplimentado, ya que es posible que sea otros los que comiencen la conversación basándose en él. La longitud del mensaje debe ser la adecuada. Evita los textos cortos, estadísticamente está demostrado que lo ideal es desarrollar un mensaje con una media de 200 caracteres.

Elegir una página de contactos y citas para follar

Existen tantas páginas web de sexo para adultos, que los que buscan pareja pueden acabar algo confusos. Mientras unas tienen un amplio despliegue  publicitario, otras más discretas, demuestran mejores resultados.

La publicidad seductora de una página que atrae como un imán, pero, ¿pueden ser efectivas si detrás de ellas hay un negocio muy rentable para sus dueños, o no son más que meras formas de atraer clientes para su negocio?

Las páginas web de citas para follar entre adultos que no aparecen en ese lugar tan alto, resultan más efectivas porque a ellas acuden los que quieren elegir a una pareja para mantener sexo, alguien con quien pasar el rato en la cama y los hay también que buscan online porque de otra manera les sería imposible.

Buscar webs para tener sexo

Es difícil encontrar a quien de verdad nos ponga mariposas en el estómago y en la pelvis, que es lo que más buscado en las webs de citas. Elige entre las páginas que ofrezcan más seguridad para tus datos personales y para conseguir fácil un grupo de personas a elegir, pero sin tanta publicidad.

Busques lo que busques lo encontrarás en las redes sociales para adultos o en las páginas web de aventuras casuales. Ligar por Internet es fácil y sencillo, salen parejas de todo tipo, relaciones esporádicas, meramente sexuales, relaciones extramatrimoniales, relaciones swingers, intercambio de parejas, homosexuales, bisexuales y como no, relaciones estables.

Elige bien la red social para adultos, algunas son gratis

No hay que cerrar puertas ante ninguna vía para conocer gente y disfrutar de la compañía que te brindan las personas sin tabús. Calmar el deseo ese deseo de ligar es una necesidad primaria del cuerpo humano. Todos alguna vez sentimos esa necesidad que te obliga a mantener lazos de atracción con otras personas que te atraen sexualmente.

Para todos aquellos que buscan adultos ocasionales para concederse un placer, las redes sociales para adultos son la forma ideal de planificar la aventura de forma anónima y confidencial. Muchos sitios de citas te permiten enviar mensajes y chatear con diferentes candidatos y candidatas, que al igual que tu desean conseguir una pareja ocasional para encuentros sexuales gratis.

Entre las mejores webs de de contactos follar hay sitios donde se pueden intercambiar de forma gratuita mensajes instantáneos con otros usuarios, que quieren divertirse y pasarlo bien sin compromisos ni expectativas a largo plazo.

La gran mayoría de las web de citas en España disponen de buscadores y directorios especializados a través de los cuales se pueden seleccionar hombres y mujeres que han subido vídeos y fotos. Además en las web de aventuras también puedes participar en los chats privados, escribir tus experiencias en los blogs y publicar anuncios.

La mayoría de las webs ofrecen dos tipos de cuentas de usuarios: gratuita y pago. El usuario con una cuenta gratuita tiene un acceso limitado a las funciones del sitio (por ejemplo: puede crear un perfil y ver perfiles de otros usuarios, pero no puede contactar con ellos). El sistema funciona de tal manera que todos los usuarios empiezan registrándose con una cuenta gratuita; el objetivo es familiarizarse con el sitio y acceder a los datos de posibles parejas. Luego, si el usuario decide que quiere contactar con los demás usuarios, deberá actualizar su cuenta al modo de pago.

Los 3 mejores juguetes sexuales de 2021 para disfrutar solo o en pareja

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sexdolls

En la actualidad, los juguetes sexuales se han convertido en el perfecto aliado de cama para hombres y mujeres. Cada vez más innovadores y sofisticados, estos aparatos son idóneos para establecer relaciones sexuales más intensas y placenteras. Sin importar si es para disfrute personal o en pareja, los juguetes sexuales son diversión asegurada. Asique olvídate de prejuicios, ponte atrevido y prepárate para descubrir todo tipo de nuevas sensaciones.

¿Te apetece dejarte llevar y darle un giro a tu rutina sexual? Da rinda suelta a tus fantasías y prepárate para disfrutar de los mejores juguetes sexuales de 2021. Aquí encontrarás los mejores artículos de sexshop online barato.

Muñecas realistas

No podíamos comenzar nuestra lista sin mencionar a uno de los mejores juguetes sexuales, las muñecas realistas sexdolls.

Existe una gran variedad entre en las que elegir: altura, pecho, complexión… e incluso las encontrarás de especiales singularidades, como estilo anime o vampiresa. Tan solo escoge la que más se ajuste a tus preferencias y deja volar tu imaginación.

Para tener sexo con tu muñeca realista deberás utilizar una cantidad adecuada de lubricante, no solo por mayor placer, sino por su buen mantenimiento. Asimismo, en caso de no usar condón, deberás hacer uso de jabón y agua tibia, no caliente, ya que con el tiempo pueden acumularse bacterias dentro de sus aberturas tras la eyaculación.

Siguiendo estos consejos para velar por la vida útil de tu muñeca realista, tan solo te tendrás que dedicar a descubrir todos los placeres escondidos que te pueden llegar a ofrecer.

Los famosos vibradores

Continuamos con uno de los gadgets mejor valorados por los usuarios, los famosos vibradores. Sin embargo, muchos siguen teniendo en mente la clásica idea de vibrador, sin más. ¡No! La magnífica evolución de los vibradores, como los succionadores de clítoris, los han convertido en el mejor amigo para alcanzar orgasmos intensos. Incluso las más experimentadas descubrirán nuevos usos que les harán llegar al éxtasis. Saber cómo y dónde colocarlos, la velocidad…todo cuenta. Empieza por encima de tu ropa interior, utilízalo sobre todas tus partes erógenas, muévete sobre él y estimula tu clítoris de todas las maneras posibles; recuerda que se extiende por todo el interior de tus labios mayores. Se trata de que te descubras a ti misma y todo el disfrute que puedes llegar a sentir.

Puedes utilizarlo tú sola o acompañada de tu pareja, o incluso a distancia con ella. Deja que tu chico ponga lo ponga en marcha y lo pare cuando desee sin tocarte. Una cena con sorpresas que solo vosotros sabéis puede ser tremendamente divertida, ¿no crees?

Bondage

Las ataduras en pareja y el juego de roles son una perfecta opción para salir de la rutina. Ata a tu pareja y, sin que esta pueda oponer resistencia, toca, besa o lame la parte del cuerpo que más desees. Si sois principiantes en el bondage, lo ideal es que empecéis con calma, pasando a los nudos más fuertes si así os gusta, ¿por qué no?

Encontrarás infinidad de accesorios bondage en el mercado: correas, látigos, esposas, antifaces…muchos de ellos realmente sexis, convirtiéndose así en un juego también estético.

Asimismo, puedes usar una tabla de ataduras bondage para dejar inmovilizada a tu pareja y convertir cualquier espacio en una autentica prisión sexual. Su versatilidad permite conseguir infinitas posiciones sexuales al activar las restricciones. Siempre con consenso y estableciendo líneas rojas, tener pleno acceso al cuerpo de tu pareja aumentará la confianza y comunicación entre ambos. Aventuraros y dejar llevar vuestros sentidos al límite.

Higiene íntima femenina

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¿Eres muy propicia a las infecciones…ahí abajo? Yo en mi juventud he tenido algunas molestias intermitentes, pero desde que he recibido algunas pautas especiales ya ha quedado en la historia mis anteriores molestias.

La higiene íntima femenina merece una atención especial que no llegue al ” exceso de limpieza”, que puede desencadenar la destrucción de nuestras propias bacterias “sanas” (el uso de duchas vaginales y jabones antibacterianos alteran la barrera protectora de la zona vaginal).

– Este tipo de jabón puede eliminar los bacilos Döderlein, que son responsables de mantener el PH ácido de la vagina saludable. El nivel controlado de este bacilo es una forma de protección contra los microorganismos que causan enfermedades.

– Para reducir la susceptibilidad a las infecciones, podemos usar jabones que contienen ácido láctico en su fórmula y/o pasar por su ginecólogo para que le recomiende la ingesta medicamentos de probióticos con lactobacillus.

¿Qué hago y qué no hago?

Les comparto algunas de las indicaciones de mi ginecóloga de cabecera y algunas más que he aprendiendo:

  • Jabones íntimos: Cuando te duches presta especial atención a la vulva (la zona exterior), ya que hay varios pliegues en esa región y se puede acumular esmegma, un residuo blanco que se forma por la combinación de las células epiteliales, secreción genital y grasa. Puesto que los jabones son alcalinos, si se usa en exceso en esta región puede dar lugar a una posterior irritación.
  • Esponjitas y bastoncillos: No es recomendable usar estos objetos en la zona de la vagina, un jabón neutro es todo lo necesario.
  • Papel higiénico: Para evitar la contaminación con las bacterias del intestino, nos limpiamos siempre hacia afuera; es decir desde el final de la vagina hacia el ano. Si no hay papel higiénico adecuado, puede utilizar las toallitas húmedas. Los bidets también son adecuados, pero hay que evitar el agua muy caliente, que puede disminuir la protección natural de la vagina. Evita los papeles perfumados.
  • Compresas y copas menstruales: Durante la menstruación, se debe prestar atención especial a la higiene, ya que la sangre presente altera el pH vaginal. Además, la propia sangre es un “medio de cultivo”. El absorbente interno o externo se intercambiarán de acuerdo a la necesidad, pero el intervalo entre intercambios no exceda de cuatro horas durante el día.
  • Toallitas húmedas: Puede ser una alternativa cuando la mujer está fuera de casa o papel higiénico no es muy suave y puede irritar la piel. No se recomienda el uso continuo, ya que puede causar reacciones de irritación o hipersensibilidad.
  • Salva Slips: No se recomiendan debido a que la zona no “respira” igual. Además, el perfume que traen los protectores puede causar irritaciones o alergias.
  • Perfumes íntimos: En general se debe evitar hasta los específicos perfumes íntimos, esto puede causarte irritación, sequedad y quemazón, ya que se trata de una zona muy delicada.
  • Panties: Antes de comprarlos averigua si son cómodos y permiten que la piel respire. Puede ser de algodón, tejidos sintéticos, pero asegúrate de que no impiden la transpiración y son fáciles de lavar y desinfectar.

No laves tu ropa interior en la ducha, que es un ambiente húmedo y tarda mucho más en secar, lo que puede dar lugar a la proliferación de microorganismos patógenos. También se debe evitar el uso de suavizantes y cloro en el lavado de la ropa interior, que pueden causar alergias o irritación. Algunos profesionales recomiendan dormir sin ropa interior, por dejar la vagina “respirar”. Por la misma razón, es bueno evitar los pantalones apretados, especialmente cuando la mujer pasa la mayor parte del día sentado.

No debemos tomarnos a la ligera la higiene en esta zona ni el cuidado diario, son pautas esenciales para nuestro bienestar diario.

En el avión

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aviones-sexo770Comenzábamos un largo viaje rumbo a Australia. Sabíamos que nos habían asignado los asientos en la cola del avión pero no imaginamos que sería en la última fila. Era un grupo de tres asientos. A la derecha teníamos la ventana, pero a la izquierda, después del pasillo, la fila de asientos no continuaba porque en el centro del avión, a esa altura, había un compartimento donde guardaban los carros de la comida. Además, en la fila de delante no colocaron a nadie porque los asientos estaban averiados. Vamos, que estábamos bastante aislados del resto del pasaje.

El vuelo estaba a punto de salir y de momento nadie había ocupado el asiento del pasillo. Yo me senté en la ventana y Montse en el medio. Cuando ya creíamos que iban a cerrar las puertas, apareció un hombre de unos 40 años: alto, cuerpo atlético, pelo rubio y con una mirada penetrante que dejo a Montse inmóvil durante unos segundos. Se notaba que hacía deporte y se cuidaba porque tenía un cuerpazo impresionante. Colocó su equipaje de mano y nos saludo muy simpático. Era australiano pero hablaba perfectamente el español. Se llamaba Peter. Nos contó que era profesor de educación física y que además era monitor en una escuela de surf. Estuvimos charlando mucho tiempo. Se notaba que era un gran seductor. Yo me di cuenta de como le miraba a Montse y como poco a poco iba ganando su confianza.

Montse llevaba puesto un vestido de tirantes con un escote bastante pronunciado. Era verano y hacía calor. Montse tenía unas tetas preciosas. Yo diría que casi perfectas. No llevaba sujetador y el australiano ya se había dado cuenta porque no quitaba el ojo de su pecho.
El viaje se hizo muy ameno con las cosas que nos iba contando Peter. Montse tenía que ir al servicio pero antes de levantarse le convencí para que allí se quitase el tanga y me lo entregara a mi cuando regresara a su asiento.
No le gustó mucho la idea pero cuando volvió, me entregó sus bragas como yo le había pedido. Lo hizo de forma muy discreta pero yo me di cuenta de cómo Peter nos vio en el momento que se produjo el intercambio de la prenda y me lanzó una sonrisa picarona. Menos mal que Montse no se dio cuenta de esto porque se hubiera muerto de vergüenza.

Nos dieron de cenar y cuando recogieron las bandejas, apagaron las luces para que la gente se pudiera dormir. Montse necesitaba ir de nuevo al servicio pero para no molestar a Peter, que estaba dormido, intentó salir con cuidado por el espacio que quedaba entre el asiento de delante y sus piernas. Finalmente, despertó al australiano que tampoco hizo ninguna intención de levantarse. Prefirió que Montse rozase su culo con sus rodillas. Yo estaba contemplando toda la escena. Peter me lanzó una mirada cómplice y yo le guiñé un ojo en señal de conformidad con lo que había hecho. Quería que comenzase un juego en el que sabía que Montse se llevaría la mejor parte.

Cuando regresó del baño, Montse hizo la misma operación para sentarse, solo que cuando pasó delante de Peter, este hizo como que le quería ayudar a pasar pero lo que realmente consiguió el muy cabrón fue meter la mano debajo del vestido y tocarle el culo, asegurándose de que efectivamente Montse no llevaba sus bragas. Ella dio un pequeño respingo pero no me dijo nada. Yo también hice como que no lo había visto. A partir de ahí, reclinamos nuestros asientos, nos pusimos la manta por encima y nos dispusimos a dormir. Pero yo tenía otras intenciones y sin que nadie se diera cuenta, lleve mi mano al coño de Montse por debajo del vestido pero cubiertos por la manta. Al principio ella me intentó quitar la mano y me dijo que si estaba loco, que nos podrían ver. Pero cuando llegue a tocar su coño con mis dedos note que estaba empapada. Estaba aún más excitada que yo.
Comencé a tocarle el clitoris con mis dedos y noté como su excitación subía por momentos. Intentaba no hacer ningún gemido pero de vez en cuando se le escapaba uno. Pasé del clitoris a su vagina y localicé fácilmente su punto g. Comencé a mover mis dedos suavemente aumentando el ritmo poco a poco hasta que noté cómo se corría. En ese momento llegó la primera sorpresa del viaje. Peter, que estaba despierto y se había enterado de todo, bajó uno de los tirantes del vestido de Montse y comenzó a comerle una teta. Ella no opuso ninguna resistencia. Al ver la escena, yo le baje el otro tirante haciendo que su vestido quedara recogido hasta su cintura. Los dos comenzamos a recrearnos con sus tetas, tocándolas y chupándolas. De repente, Peter levanto su cabeza y lanzó a Montse una mirada seductora y penetrante a la que siguió un beso suave y húmedo que le volvió loca. Ella desabrochó el pantalón de Peter y comenzó a tocar su polla que para ese momento ya estaba dura como una piedra. Agachó su cabeza y comenzó a hacerle una mamada de las que ella acostumbra a hacer. Es un auténtico placer tener la polla en la boca de Montse. Yo mientras, contemplaba la escena absolutamente excitado. Me había sacado la polla y me estaba haciendo una paja, aunque tenía claro donde quería terminar.

De repente, nos dimos cuenta que una azafata se acercaba donde estábamos nosotros. Montse dejó la polla de Peter y se incorporó para parecer una pasajera normal. Los tres nos tapamos enseguida con la manta y Montse agarró una polla con cada mano mientras la azafata nos preguntaba si necesitábamos algo. Nos queda la duda de si ella se dio cuenta de lo que estaba pasando porque nos echó una mirada cómplice seguida de una sonrisa picarona. Cuando se marchó a la parte delantera del avión, vino la segunda sorpresa. Peter agarro de la mano a Montse y se la llevó al baño que estaba detrás de nuestros asientos, no sin antes guiñarme un ojo y buscar mi consentimiento. A partir de ahí pasaron unos minutos en los que no me enteré de nada aunque si que llegué a escuchar algún gemido de Montse que debió disfrutar como una loca. Luego me contó que Peter le quitó el vestido cuando entraron y se desnudó el también. Se quedó alucinada del cuerpazo que tenía. Me dijo que le había follado con mucha delicadeza pero con mucha fuerza a la vez. Demostró que era un amante perfecto. Cuando se quedaron desnudos en el baño le besó con mucha pasión y le hizo hasta tres squirting. A Montse le encanta correrse así. Pusieron el baño perdido. Luego le puso de culo apoyada en el lavabo y le metió la polla con cuidado aumentando poco a poco el ritmo de bombeo. Ella se corrió tres veces. El hijo puta sabía cómo dar placer a una mujer. Finalmente, Montse se agachó y siguió con la mamada que había interrumpido la azafata. Peter no pudo aguantar más y se corrió en su boca y ella se tragó toda su leche. Luego se fundieron en un beso apasionado y salieron del servicio como si no hubiera pasado nada.

Yo seguía empalmado, más excitado aún que antes. Montse se dio cuenta y comenzó a besarme. Se bajó de nuevo el vestido y me puso las tetas en la cara. Ella sabe que eso me encanta. Se agachó y comenzó a hacerme una de esas mamadas que cualquier hombre desearía que le hicieran. Ella utiliza muchas técnicas que le diferencian de las demás. Mientras, el cabrón de Peter seguía metiéndole mano por detrás y volvió a poner como una loca a Montse. Yo lo notaba perfectamente porque tenía que silenciar los gemidos de ella con mi polla en su boca. No pude aguantar demasiado y terminé corriéndome dentro, aunque algún chorro se me escapo por la comisura de sus labios. Cuando se incorporó en su asiento para buscar algo con que limpiarse, llegó la tercera sorpresa de la noche: Peter se abalanzó sobre ella y le limpio con su lengua todo el semen que le escurría para terminar dándole un beso que duró varios minutos.

Fue una noche increíble. Nunca imaginamos que fuéramos a vivir lo que vivimos en aquel avión. Finalmente llegamos a nuestro destino y Peter nos dio su dirección en Sídney por si nos apetecía hacerle una visita alguno de los días de nuestra estancia allí. Prometían ser unas magníficas vacaciones en Australia.

Reglas de oro del mundo liberal

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El mundo swinger tiene sus propias normas, el intercambio de parejas es una forma de vivir la sexualidad tan saludable como cualquier otra, pero hay que tener en cuenta que no todo vale. Si queremos tener éxito en nuestras relaciones, debemos cumplir una serie de normas no escritas que te indicaremos más adelante.

Si estás introducido en el ambiente liberal, posiblemente ya conozcas las reglas a seguir, aunque nunca está de más recordarlas. Si te quieres iniciar, esta puede ser una buena guía que te ayude a encajar correctamente con el resto de parejas.

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No es no

Empezaremos por la regla de oro: «No es no». Si en cualquier momento cualquier persona del lifestyle se siente incomoda, debemos respetar su decisión. No podemos pretender entrar a un local liberal y hacer todo lo que nos apetezca, sin tener en cuenta los deseos del resto. Se trata de tratar a todas las personas con respeto. Esta norma debería valer para cualquier circunstancia de nuestra vida, pero dentro del ambiente es cuando cobra un especial significado.

Si pretendéis iniciaros en el mundo swinger, no debéis tener miedo, sabed que aquí la mayoría de la gente suele ser muy respetuosa y nadie os va a obligar a hacer nada con lo que no os sintáis cómodos.

Recomendaciones útiles

  • Sinceridad. Si pretendéis quedar con alguien de determinadas características físicas, no os gustará encontraros aquello que no buscáis. Hablamos de la edad, apariencia física, etc. Procurad tener siempre fotos actualizadas en vuestros perfiles y solicitad fotos recientes de aquellas personas con las que queráis establecer contacto.
  • Primer contacto. Procurad establecer comunicación con la parte de la pareja de vuestro mismo sexo, la conversación será más fluida y os ayudará a romper el hielo.
  • Asegurarse de que se entabla conversación con la persona adecuada, sólo entonces podemos profundizar en el diálogo.
  • Hacer saber lo que queremos y lo que no, a nadie le gusta perder el tiempo. Si no estás seguro, dilo directamente.
  • Educación. Si nos han invitado a su domicilio, comportémonos. Está bien dar rienda suelta a la pasión, pero si gritamos o hacemos mucho ruido, estamos abusando de la confianza de nuestro anfitrión, es posible que molestemos a los vecinos y lo más seguro es que no vuelvan a invitarnos a su domicilio.
  • Integración. No podemos pretender estar siempre con personas muy atractivas físicamente, posiblemente nosotros tampoco seamos un cuerpo danone, así que hay que procurar integrarse.
  • Depilación. Por lo general, las personas del ambiente suelen estar depiladas, así que ofrezcamos nosotros lo mismo.
  • Precaución. El uso del preservativo es algo obligado. Al contrario de lo que la gente piensa, en el ambiente liberal apenas suelen contraerse enfermedades de transmisión sexual, porque las personas suelen ser conscientes de los riesgos. Si somos reacios a usar condones, seremos rechazados.
  • Alcohol. A nadie le gusta tener sexo con una persona ebria, así que si vamos a beber, procuremos hacerlo con moderación. Las drogas también suelen ser rechazadas en el lifestyle.
  • Cuida tu aspecto. Entrar a un local liberal no supone tener sexo fácilmente, debemos cuidarnos, pues tendremos que flirtear y para ello debemos tener un mínimo de presencia física.
  • Consideración. Cuando alguien pone su domicilio a disposición de los demás, lo habitual es llevar alguna bebida. Se generoso, pues lo han sido contigo.
  • Se sociable. Trata a los demás con respeto, como te gustaría que te tratasen a tí.
  • No insistas. Si alguien dice no, no hay que estar preguntando ni insistiendo, no forzemos las situaciones y respetemos las decisiones de los demás.
  • Contactos aislados. Hay una norma sagrada, no intentar contactar con una sola parte de la pareja. Esto es algo muy mal visto y puede tener consecuencias nefastas. No se pretende romper parejas ni vincularse fuera del ambiente.
  • Respeto. No hablar del mundo liberal con quien no haya manifestado un interés previo, ya que existen personas con diferentes convicciones a las que puede resultarles molesto.
  • Anonimato. Respetar siempre el anonimato del resto de personas, así como proteger el nuestro. Mucho cuidado con las fotografías, lo ideal es ocultar el rostros y sólo mostrarlo cuando estemos seguros que la persona con la que hablamos es la adecuada.

Pueden parecer muchas normas, pero realmente todas son reglas básicas de educación, que nos valen para cualquier ámbito de nuestra vida. Como hemos comentado anteriormente, el respeto es algo que impera en esta filosofía de vivir la sexualidad, si estás iniciado lo sabrás y si pretendéis iniciaros, no debéis tener miedo.

En un próximo artículo expondremos las habituales normas de uso y comportamiento en nuestra red social.

Fiesta salvaje

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relatos xxxFue una de esas fiesta de ex compañeros de la escuela de mi mejor amiga Sandra, su esposo no podría ir por su sobresaturado trabajo, ella con la ilusión del re encuentro me llamo por teléfono pidiéndome favor de acompañarle, pues no conocía el lugar de la zona de reunión, es grato encontrarse con personas que convivieron varios años juntos, es una segunda casa familiar.

Siempre he sabido divertirme en las fiestas, como que el tequila me inspira. Recuerdo una fiesta de lo más normal, hombres, mujeres, chupe, música, baile, risas, ligue. Todo lo que se mira normal en una fiesta. Las miradas fueron en un principio algo incomodas pues fui la única de mi genero pero eso pasa en todas partes, con el baile y el chupe pronto estábamos en confianza como si fuese del grupo los chicos se turnaban para bailar incluyéndome, así que me divertí muy bien.

Todos estaban recordando el pasado, nombrando algunos que no llegaron, otros que ya pasaron a mejor vida, poco a poco el calor de la conversación, se fueron formando algunas parejitas, algunos ya tenían cadenas conyugales, ni como buscar. Sandra es mamá soltera pronto le abordo un ex compañero. A mí me tocó un señor buena onda moreno cabello risos de unos cincuenta y algo de años, muy alto. Estábamos en la sala disfrutando de las copas, platicando de temas picantes, de vez en cuando me desvestía con la mirada, se veía ansioso, pero no demasiado y empezó a posar su mano sobre mi pierna y mire a mi rededor, ya habían desaparecido varios, seguramente para consentirse.

Cuando sabes y sientes la intención, es fácil ponerse flojita y dejar que las cosas pasen, simplemente te dejas, sus caricias fuero más descaradas y le propuse retirarnos del lugar, se levantó de inmediato, sin soltarme la mano y me indico por donde, había un pasillo corto, la puerta y una habitación la que abrió al instante, se portó como un caballero me cedió el paso, con una mano cerró la puerta, con la otra me tomo por la cintura a arrimarme su ingle.

Pude sentir a través de su pantalón de vestir cómo su miembro se prensaba poco a poco, a medida que me lo restregaba, se hundía cuando quedaba justo entre mis nalgas. Sus labios humedecían mi cuello, en mis oídos escuchaba sus lengüetazos junto con su respiración como se estaba acelerando, cuando sus traviesas manos alzaban la minifalda que traía ajustada, descubriendo mi tanga de encaje rojo, con una mano estrujo mi sexo y sus caderas danzaban un vaivén muy despacito, de esas veces que sientes como si todo aconteciera en cámara lenta.

Agilmente ya estaba desnudo y una carne gruesa bien venosa, la tenía frotando en mis manos, se ponía tensa respondiendo a mis caricias, fueron unas cuantas pulidas y me encamino a la cama, caminando de espaldas, si soltar su chicote caliente, hasta llegar en la orilla de la cama ahí me empujo finamente, quede sentada mirando de frente su tranca bien dura adornada por una cabeza brillante, se miraba bien limpiecita y no dude en chupar como si fuera un delicioso barquillo de nuez, mi lengua la dibujaba sin prisa sintiendo la corona del glande para luego hundirla nuevamente toda y succionaba, uno, dos, tres regresaba a la punta, sus huevos los humedecía delicadamente.

Nos recostamos quede boca abajo, pechito a tierra y sin tantos rodeos sentí sus manos abrir mis nalgas su lengua revoloteaba en mi ano, en poco tiempo se puso de rodilla sobre la cama, abrió mis piernas estirando sus brazos por completo, sentí el peso de su cuerpo estaba encima y su verga la guio entre mi culo, para después en un empujón delicioso me penetro suavecito, divinamente su carne caliente se deslizaba contra la resistencia de mi ano, la humedad de su saliva facilito todo, abrace con mis paredes anales toda su tranca que se amoldaba como si fuera la funda perfecta, el bombeaba tranquilito como queriendo sentir cada pliegue de mi culito, sus pies abrían mis piernas al máximo y luego lo encajaba todo sus huevos jugosos tocaban mi ano.

De pronto, me tomo de las manos de forma rigorosa, enlazando sus dedos, estirando mis brazos como crucifico, apretó el paso enterrándola toda y se tensó, anunciando con un gemido profundo que terminaba, palpitaba exquisito se derrumbó diciendo en mis oídos —- que delicioso culo tienes mamita—- y temblaba susurrando un “A” sostenido ¡uff!
Nunca imagine, que al salir de aquella casa con mi amiga, cruzara miradas con el hombre más cachondo que me ha cogido en mi vida, por eso me anime a contar la historia.

Ella dijo hazme tuya y me hizo suyo para siempre

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hazme tuyaTodos hemos vivido la experiencia de vivir por primera vez solos, tenemos un lugar sencillo, acogedor, que sentimos como nuestro pequeño reino.

Para mí además significaba la oportunidad de poder tener intimidad con mi novia.

En ese momento una mujer de 21 años, morena, delgada, con unos pechos pequeños pero firmes, muy lindos. Con una piel tersa y un aroma tan suave e intenso a la vez, que seguramente les recordará a alguna pareja de esas que con solo tomar un suspiro de su olor, se convierte en un afrodisíaco tan intenso qué debemos contenernos mucho para no pasar de un momento romántico a uno de desesperación y pasión descontrolada.

Así era ella

Sin quitar el romanticismo, bastaba tan solo, acercarme a ella y respirar su cabello y nuca para excitarme.

Ella accedió a conocer mi nuevo hogar

Un lugar pequeño con un baño, una sala comedor, y una recámara con una cama y un gran sillón.

En cuanto entro a mi casa, cerramos la puerta. Y al lado de nosotros se escuchaba otra pareja que estaba disfrutando y gemía de manera suave pero intensa.

Eso me puso muy caliente, y me parece que a la también.

Nos abrasamos y poco a poco le fui quitando el sujetador, su blusa, le alce un poco su falda y mientras tanto ella me acariciaba con ansiedad.

Nuestra respiración aumentaba y nuestras ganas nos obligaban a ser más directos, así la tomé de las nalgas y la cargué sobre mi, ella ya me había desabotonado los jeans, y de un salto d acomodo sobre mi.

Yo aproveche su peso para que yo pudiera entrar duro y no hubiera marcha atrás.
Si bien ambos estábamos húmedos, ella no tenía relaciones de manera tan frecuente y rosaba un poco al entrar, al grado que dolía un poco. Eso sin embargo más allá de detenernos, nos ponía más calientes. Alguna vez han sentido esa sensación, que aprieta tanto que hasta puede doler un poco.

Esa frase de “nos desgarramos de placer” aplicaría muy bien.
Yo la cargaba y la aventaba para arriba y la dejaba caer sobre mi miembro que disfrutaba de manera intensa esas acometidas y esa vagina casi virgen, que me regalaba un placer intenso.

Les recuerdo que además de muy erotica era muy bonita, y si algo permite esa posición es, poder disfrutar del rostro, los labios y el pecho de una manera muy agradable.

Cuando me canse, pasamos al sillón, yo me senté y ella con sus deliciosos pies, sobre los descansabrazos subía y bajaba a horcajadas sobre mi, era tan flexible y todo su bello cuerpo se me regalaba y me daba un placer sensual increíblemente intoxicante.
Para entonces estaba completamente desnuda igual que Yo.
Yo en ese momento practicaba deporte, dormía bien, no tomaba ni fumaba, es decir tenía buena condición.

Era glorioso ver cómo en esa cosita, entraba una Verga hinchada y a punto de explotar.

Con un poco más de fuerza la cargue y casi la azote sobre la cama
Al cargarla quedó automáticamente con las piernas levantadas, y yo sin dudarlo, me deje caer ahora con toda mi fuerza y mi peso. Para chocarle y metérsela sin pausa. Entonces tema su rostro, recuerdo esos ojos casi en blanco y la boca abierta muy abierta, como emulando que estaba pasando en su vagina. Yo la doble hasta donde se pudo y se la metí tan adentro como me fue posible, a esas alturas, habíamos pasado de ser quienes escuchaban, a ser escuchados.

Su jadeo y sus gemidos eran lo más dulce y lo más cachondo que en mi vida había sentido, y a pesar de estar comiendo como nunca, lo más increíble era que la sensación, ese calorcito en el pecho, esa ternura y ese cariño, hacían de la mejor cojida, algo que hasta ese momento entendía como hacer el amor. Nuestros cuerpos fundidos en uno.

Ahí en lo más intenso de ese momento, ella solo dijo unas palabras mientras me veía a los ojos…..”hazme tuya” eso marco ese momento para siempre y me hizo suyo para siempre.

En ese momento ambos explotamos

Y gritamos juntos

Ella se mojó tanto que le dio miedo, y a mi no me importaba estar mojado, era ella y yo. Era una mujer mezcla de pasión intensidad y al mismo tiempo ternura, Yo era igual.

Hasta ese momento, había tenido sexo, pero creo que fue la primera vez que me hicieron el amor.

No había pasado ni futuro. Solo ese momento.

Nada igual, nada tan natural y bello.
…….

Al paso del tiempo.

Momentos como ese son los que me confirman que la vida hay que vivirla y disfrutarla.

Después de eso terminamos recostados uno junto al otro acariciandonos, viéndonos, disfrutándonos.

Como hacer un Trio, la fantasía sexual de muchas parejas.

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¿Quieres hacer un trío? ¿No sabes como planteárselo a tu pareja? Te vamos a dar unos consejos para que disfrutes de esta fantasía sexual.

trios porno xxx

¿Dónde encontrar singles o parejas para hacer un trío?

El mejor lugar para encontrar personas interesadas en establecer contactos hacer un trío, ya sean parejas o singles, es en una red social para swinger o parejas liberales. Tan sólo debes registrarte, seleccionar tú (o vuestro) perfil e indicar el perfil en el que estás interesado.

Es habitual en esta red social encontrar anuncios del tipo «se busca chica para trío» o «chico para trio». Lo más común es que sea las parejas las que elijan con anuncios del tipo «pareja busca chico o chica para trío» o «quiero hacer un trío con mi esposa».

Esta práctica sexual sigue siendo la principal fantasía erótica de los jóvenes y no tan jóvenes. Cerca del 23% ha pensado participar en uno alguna vez, pero tan sólo el 5% lo ha practicado.

¿Qué trío interesa más a los hombres?

Un 60% de los hombres manifiesta que es su fantasía sexual. La modalidad más demandada por los hombres es el realizado con dos mujeres. Existe la teoría de que el hombre intenta reforzar su masculinidad al tener la capacidad de tener dos parejas sexuales simultáneamente.

¿Qué trío es el más deseado por las mujeres?

Las mujeres se interesan principalmente por una combinación dos mujeres y un hombre, consideran esta práctica más erótica y sensual. En este aspecto, existe una coincidencia de gustos con los hombres, ya que éstos también desean a dos mujeres.

¿Existen reglas para esta práctica sexual?

Todos hemos visto vídeos porno de diferentes temáticas, es fácil de encontrar la categoría trios porno en cualquiera de las muchas páginas de vídeos xxx. Pero hemos de tener en cuenta que estos vídeos entran forman parte de la ficción, la realidad puede ser bien diferente.

Desde el principio tenemos que dejar claro que las reglas las ponemos nosotros. La mayoría de hombres y mujeres prefieren una contacto para un encuentro casual, en lugar de una relación más comprometida. Se trata de realizar esta fantasía, disfrutar de ella, tener sexo y nada más.

En este tipo de relaciones pueden ser complicadas si tenemos una pareja estable, así que es importante saber que si tenemos algún tipo de problema con nuestra pareja, sexual o emocional, introducir a un tercero no será una solución, es más, puede ser contraproducente. Lo mejor es tener una vida sexual bien desarrollada, antes de plantearnos tener este tipo de fantasías, introducir terceras personas, intercambiar con otras parejas o del tipo que sea.

Hay quien prefiere que la persona sea de su entorno, sin embargo otros eligen todo lo contrario. En cualquier caso, es recomendable tener un conocimiento previo sobre la persona en cuestión, unos conocimientos mínimos sobre su salud sexual, mental, o de cualquier otra índole.

Con respecto al lugar elegido para practicar este tipo de relaciones sexuales, la mayoría se decantan por un lugar fuera del entorno conocido, para evitar que la tercera persona interfiera en  nuestro ambiente habitual. Un club de intercambio de parejas o swinger, suele ser una buena opción para un contacto.

Utilizad protección, a estas alturas no creo que sea necesario recomendar el uso de preservativos, pero nunca está de más. Recordar que se debe usar uno diferente para cada penetración.

Ante todo debemos tener claro que se trata de disfrutar del sexo y pasar un buen rato follando. No debemos pensar más allá, ni creer que tenemos que montar un trio xxx, propio de un video porno. Hay personas que prefieren no besar, porque lo consideran un gesto muy afectivo, pero otras no le dan importancia a ese detalle. Lo importante es hablarlo todo antes y dejar las cosas clara, para evitar malentendidos.

Pero también están los trios amateur que surjen de manera espóntanea, sin planificar, simplemente bailando en un bar de copas o en una reunión entre amigos. Incluso los hay que solo quieren mirar, les encanta ver cómo una tercera persona tiene sexo con su pareja.

A la hora de hacer introducir a una tercera persona, las modalidades son prácticamente infinitas y no hay más limitaciones que las que deseéis imponeros.

Confusión y lujuria

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Había resultado una semana especialmente complicada para ambos en el trabajo, y lo que yo notaba como indiferencia él lo interpretaba como exclusión. El ritmo acelerado de cada día nos impidió profundizar en los detalles, y el resto de los acontecimientos se precipitaron.

Habíamos tenido algunos piques derivados de mi cita a solas de la noche anterior, por mi resistencia a contar los detalles, motivada por preguntas que más qué curiosas, me resultaban tardías y un poco fiscalizadoras.

Pero decidimos que debíamos relajarnos y salimos otro sábado con ganas de pasarlo bien. Y el rato que estuvimos con amigos en el local lo hicimos.

Estábamos ya juguetones, yo prácticamente desnuda, salvo por un casuit de rejilla ancha y mis tacones. Nos estábamos quedando solos pero estábamos empezando a encendernos por momentos.

J. había cambiado la mirada y por primera vez notaba que sus preguntas se correspondían con sus ojos, curiosos, y su ánimo, divertido. Así que comencé a contarle algunos detalles de cómo me había sentido.

Noté cómo se asombraba de ciertas cosas que le contaba, como si estuviera descubriendo a una desconocida. Sus preguntas, y sonrisas al escuchar mis respuestas, lejos de incomodarme como hacía unas horas, me hizo ver de golpe lo equivocada que estaba pensando que necesitaba distanciarse de la situacion, era justo lo contrario…

Le contaba mientras comencé a acariciar su polla por encima del pantalón, notando que ya estaba dura. Desabroché su pantalón y la deje salir como un resorte, apretándola despacio pero fuerte, de arriba a bajo. Deseaba chuparla y eso hice. Me puse en cuclillas e interrumpimos la conversación mientras se la lamía de arriba abajo, suavemente. Salivé bien su capullo y me la introduje entera en la boca, lo más profundo que pude. Succionaba con empeño, y sus gemidos me pusieron a mil. Notaba sus manos en mi nuca acompañando mis movimientos, acelerando y desacelerando el ritmo.

Con un movimiento seco me hizo incorporarme dirigiendo mi boca a encontrarse con su lengua, para besarnos a lametones, con besos incompletos, de los que dejan con ganas de más, entre sonrisas, saliva y mordiscos de labios. Esos besos… hace tiempo que los identifiqué como «guarros» y un preludio inconfundible de que me va a follar duro. Yo me relamía adivinando lo que me esperaba.
Volvieron las preguntas.

– ¿Qué momento fue el que más te gustó? – me preguntaba mientras manoseaba y apretaba mi culo.

– Los momentos en los que me notaba capaz de dejarme llevar y tomar la iniciativa.

Le conté como utilice un juguete para caldear la situación durante la copa y un momento parking especialmente morboso para mí…

-¿En él parking? Allí hay cámaras… Eso no lo haces conmigo…
– Nosotros hemos hecho muchísimas cosas similares a lo largo de estos años… No te quejes, que era el primer sitio donde no estaba expuesta al público…
– ¿Entonces se la chupaste? ¿Te lo pidió él?
– No, no me lo pidió, lo hice yo porque lo deseaba hacer desde hacía rato, necesitaba empezar a estallar de una vez!

En ese momento no dejábamos de manosearnos, apretando nuestros cuerpos mientras nos masturbábamos el uno al otro. Siguieron los besos, las confesiones, sus manos apretándome el culo y metiendo sus dedos en mi coño, chorreante, preparado y absolutamente deseoso de algo más grande.

Me puso de espaldas, y yo me ofrecí, apoyándome en un taburete alto y entreabriendo mis piernas, mientras le ofrecía la visión de mi culo balanceándose pidiendo guerra. Me penetró de una vez, con una embestida lenta y segura. Siguió haciéndolo mientras yo me derretía casi literalmente escuchando sus peticiones.

– Quiero que tengas tu trío, pero no voy a ser yo. Quiero que te follen dos tíos y que me mandes fotos mientras lo hacen

Esas palabras me pusieron a mil, y aún así, me incorporé un poco, arqueándome, para que mi cabeza pudiera estar más cerca de su boca y pudiera contestarme al oído

– Después de lo que hemos tenido, ¿lo dices de verdad? A ver si luego te vas a arrepentir…
– De verdad – me contestaba al oído, quiero que te sientas así de cerda, porque cuando estás así me encantas, siempre me ha gustado cuando te olvidas de todo y solo disfrutas

Sus palabras acompañadas de sus embestidas, profundas, rápidas, fuertes, me tenían en un estado al borde del orgasmo, que quería retener.

Me giré sacando su polla de dentro de mí y me la volví a meter en la boca, sin aviso, de una sola vez. Chupaba deseosa incrementando mi placer con mi propio sabor…

– Me encanta cuando tú polla sabe a mí…

Hacía tiempo que no alcanzábamos tal excitación en un local, y tras unas cuantas embestidas más sin dejar de hacernos confesiones, le pedí que nos fuéramos de allí

– ¿A follar en el parking?
– Si te da morbo, sí, me puedes follar donde quieras

Tardamos mucho menos de lo normal en recoger los bolsos de la taquilla, pagar y salir a la calle. Yo llevaba un abrigo largo, que abroché para tapar mi desnudez. Cruzamos la calle, yo agarrada de su brazo, mientras J. seguía cachondo, con la polla inmensa, pidiéndome que no me abrochara tanto.

En la esquina del parking, me preguntó
– ¿En este fue?
– Sí, en ese, ¿quieres entrar?
– No, yo prefiero follarte por cualquier rincón en plena calle

Me atrajo hacia el callejón de al lado que llegaba a una especie de plaza. Dejé el bolso en un poyo y me giró bruscamente, me desabrochó el abrigo y metió su cabeza entre mis piernas, comiéndome y lamiéndome como un animal, mientras introducía sus dedos a un ritmo de vértigo. Ahogar mis gritos para no llamar la atención amplificaba mi placer. Volvió a penetrarme, de espaldas, y a embestirme, mientras me cogía de los hombros y me empujaba más profundo.

Al aparecer gente, paramos en seco y decidimos buscar un sitio más discreto. Cruzamos varias calles y decidimos entrar en una entre dos edificios, peatonal. No divisamos a una pareja que se encontraba charlando a modo de despedida, de las que recuerdan una primera cita. Pasamos de largo con el propósito de girar en la esquina, pero resultó ser una calle sin salida… ya nos dió lo mismo.
J. me empujó hacia el hueco de la entrada de una cochera, al objeto de ocultarnos un poco y de nuevo, entre jadeos, palabras sucias y besos guarros, nos follamos nuevamente.

La pareja se acercó tímidamente calle abajo, y al llegar a nuestra altura, se percataron también ellos de que no había salida. Dieron la vuelta, pero apenas se alejaron.
Yo estaba en ese momento comiéndole la polla a J. a quien la cercanía de la pareja m, casi adolescente, le puso a tope, y contándome como los teníamos cachondos, note como empezaba a contraerse, anunciándome que se iba a correr. Fue una corrida bestial que saboreé hasta el final con una sonrisa en mis labios mientras nos mirábamos a los ojos.

Me incorporé y nos besamos. Ese beso ya no fue guarro, sino extremadamente delicado y tierno…

Fin de semana genial

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Fue un fin de semana genial. Después de conocernos fortuitamente y no haber tenido ningún tipo de contacto nos pasamos meses hablando por whatsapp, intercambiando vídeos por email, haciéndonos pajas el uno a la salud del otro, alimentándonos el morbo, echándole de comer al cerdo…

J. es un tío guapote, divertido, con buena conversación, elegante, un gentleman moderno y adorable. Me hablaba de sus experiencias, de clubs liberales, de amigas, de parejas, me contaba sus inquietudes, me susurraba sus fantasías, me proponía cosas… y todo me llevaba inevitablemente a sentir mis braguitas demasiado mojadas para sentirle tan lejos.

Fue un año muy malo en todos los sentidos. Quizá la tristeza es lo bastante diabólica para no permitirte disfrutar de nada. Y quizá algunas personas sean demasiado maléficas para inocular de pena tu vida. Quizá por eso la presencia de J. en este invierno tan duro aunque fuera de forma velada me evadía de algunos dolores, sobre todo porque siempre me hace sonreír o descojonarme con sus bromas. Me encanta su optimismo y su sentido del humor.

Me invitó en varias ocasiones a pasar un fin de semana con él. En primavera fui a verle a Bilbao. Estaba deseándolo, deseándole. Después de tanto tiempo hablando tenía ganas de él, no es que me apeteciera es que le tenía verdadera hambre. Cuando le vi aparecer por la calle de la estación sonriendo me gustó tanto que sentí abrirse a mis vértebras por la mitad. Hablamos y hablamos durante horas, hablamos de él, de mí, de mi jodida situación, de lo rematadamente mal que va todo, de mujeres, de hombres, de música, de cosas, de sexo, de sexo, de sexo… hablamos antes de cenar, mientras cenábamos y después de cenar, hasta que no sé en qué momento exactamente, ya algo atacada, le solté:
– ¿Pero es que no vamos a follar?

Me besó, me comió la boca como un animal insaciable, nos arrancamos la ropa y se desató un fin de semana en que no dejamos de desearnos, de tenernos morbo, de pensar en sexo, de follar como si no hubiese mañana. Todavía si cierro los ojos puedo sentir sus gemidos golpeándome en el centro de mi garganta ansiosa. Sentir la voz profunda y grave de un hombre gimiendo me hace estremecer de placer, los tíos deberían soltarse y hacerlo más y más a menudo porque es realmente hermoso. Piel, mucha piel. Nos deshicimos en cerderío y el volumen de nuestros apetitos no dejó de crecer y crecer.

J. me desgastó en saliva, su boca erizó mi piel hasta el punto de sentir como se hincaban millones de agujas en mi nuca, ya fuera besándome, comiéndome el coño o el culo, quizá no fue así pero ahora recuerdo esos primeros polvos trepidantes, y tengo recuerdos como si fueran fogonazos, tengo presente como me besaba, el tacto libidinoso de su lengua, el calor que emanaba de su piel, la presión exacta de sus dedos al atenazar mis caderas o como metió su polla entre mis nalgas e hizo temblar mi culo de felicidad al penetrarme. Recuerdo que hablamos, que hablamos mucho, que reímos, que no dejamos de follar.

Le pregunté por sus juguetes, se giró, abrió el cajón y sacó un arnés con un pollón impresionante. Me quedé mirando ese pollón de goma como si fuera el puto tesoro de Ali Babá, quizá él pudo ver el brillo de mis ojos…porque ambos nos habíamos prometido entre otras cosas una follada descomunal con ese arnés. Comenzamos a jugar otra vez. Más besos, más saliva, embarrándonos de sexo y de lujuria. Mi coño en su boca, su polla en la mía, la polla de goma en su boca, los dos como bestias obscenas y hedonistas pero los dos cómplices y confiados. Pocas cosas hay más bonitas que esa confianza. Le comí la polla con verdadera avaricia, deleitándome en el placer de dar, sintiéndola en lo más profundo de mi boca, durísima, chorreada, sintiendo su pálpito y su fuego, embadurnada de saliva, boca, yo. Estaba fuera de mí, quería más, quería hacerle mío, quería poseer a esa fiera indómita.

– Ponte ya el arnés- me dijo con voz impaciente.

Nunca antes había hecho eso, así que cuando oí que me pedía que me lo colocara me puse algo nerviosa. Temía no hacerlo bien, hacerle daño. Me lo ajusté a duras penas y volví a su polla, levantó las piernas y bajé a sus huevos, le oía gemir mansamente, seguí bajando hasta su culo lamiendo el perineo y el ano, cada vez más emputecidos los dos.

– Joder, hazlo ya – volvió a decirme

Metí la polla de goma en su culo tan despacio como pude, estaba atenta a sus reacciones, a su voz, a su cara. Fui introduciendo la polla en su agujero y la piel cediendo a la presión de la goma. Fue una verdadera gozada follarle mirándole, observando como su cara cambiaba y sus gemidos crecían. Es curioso como una mirada puede decirnos tanto. Es muy extraño pero a pesar de ese apéndice de plástico podía sentirle, de alguna manera podía hacerlo. El morbo que estaba sintiendo crecía y crecía y apuesto algo a que si de verdad hubiera tenido un pollón se me habría puesto duro como el mármol. Me daban ganas de empujar más y más hasta oírle gritar como a una putita. Él gemía como sabe hacerlo, inflándome de guarrería. Le agarré la polla y le pajeé, me pidió que le diera más caña y apreté el ritmo de mi culo, seguí pajeándole y follándole, empujando mis caderas con ganas hasta que su esperma , sus gemidos y su placer fueron míos.

Couple Having Sex

Ahora lo recuerdo con muchísimo cariño, aunque seguramente hubo más impudicia que ternura. Sé que después de mucho sexo y cerderío quedé agotada, que el poder sexual de J. iba mucho más allá de lo que yo había tratado de imaginar en principio. Seguimos hablando, durmiendo a ratos y tratando de descansar para lo que había planeado J. para el día siguiente…

Al día siguiente nos levantamos algo tarde, nos duchamos, nos reímos, pasamos el día paseando, rajando, J. me llevó a comer a Portugalete a un sitio con un ventanal desde donde se puede ver el Puente de Vizcaya, después visitamos San Juan de Gaztelugatxe (un lugar bellísimo) pero lo vimos desde la costa. Por la noche me invitó a cenar, J. ya me había comentado que en mi visita iríamos a un local liberal.

A pesar de que sentía hacía mucho tiempo bastante curiosidad por el ambiente liberal y de las muchas ofertas que me habían surgido para acompañarme, soy demasiado tiquismiquis y, aún no había ido nunca. Pero con J. era distinto, confiaba en él, me sentía bien, sentía la suficiente confianza, y las suficientes ganas.

Mientras relamía una pata de centollo J. me miraba el escote y me sonreía, me hacía también sonreír a mí, me hablaba de esto y de lo otro y yo no dejaba de sentir esa excitación de lo novedoso, y como no, la humedad de mi propio sexo.

Llegamos a Géminis, un local agradable y muy majo. J. ya me había hablado del sitio y de sus amigos allí. Como J. hacía tiempo que no iba me había advertido que no sabía bien qué nos encontraríamos.

Al entrar me presentó a la dueña y a unos amigos, ella se ofreció amablemente a mostrarme el local. Después de una copita y algo de charla nos adentramos en la zona nudista. Había muy poca gente pero la mayoría bastante jovencitos. Nos desnudamos y nos sentamos en un sofá, comenzamos a calentarnos con besos y caricias. Fue llegando más gente aunque no mucha, una pareja salvaguardados por una escueta toalla se situó frente a nosotros en un colchón, se deshicieron de la toalla y también comenzaron su ritual.

J. me susurró – Mira, mira como ella le come la polla – Ella le lamía la polla dulcemente mientras él apenas se movía, le acariciaba el pelo o le agarraba la mano. Sentí un chasquido en mi cabeza, o mejor dicho “el chasquido” en mi cabeza, ese crack que lo desencadena todo, el meollo de la cuestión, la madre del cordero. Besé a J. y le susurré: – Ufff que ganas de follar me están entrando. Él me sonrió y me dijo: – ¿Sí? ¿Tienes ganas? Pues lo siento mucho pero hoy no vas a follar. Aquí no.

En ese momento pensé que era coña y sonriendo bajé con mi boca como una babosa obscena hasta su ombligo y, después, hasta sus huevos. Lamí el tronco de su polla arriba y abajo, varias veces. Jugué con mi lengua en su capullo, dando lamiditas cortas e intensas en su frenillo para luego mamar profundamente todo su rabo. Le oía gemir y sus jadeos me parecían mariposas que vinieran a susurrarme procacidades y maravillosas cosas sucias. J. me levantó y me dio la vuelta, me soltó un azote y me hizo levantar el culo, enseguida note el tacto viscoso de su lengua en mi culo para luego adentrarse jugosamente en mi coño, follándolo con la lengua, ayudándose de los dedos. Notaba sus manazas abriéndome las nalgas y el frescor de su lengua adentrándose en la profundidad de mi abismo. Al volverme me di cuenta de que había otra pareja en un cubículo protegido con exiguas cortinas a través de las cuales se les podía ver. Él estaba reclinado sobre ella comiéndole el coño, ella tenía apoyados los pies sobre sus hombros, destacaba el negro de sus uñas sobre unos pies blanquísimos, y las piernas abiertas desmayadas a ambos lados, él asestaba lametazos en sus labios mientras ella gemía blandamente. Yo estaba como loca. No era lo que hicieran, ni ellos ni yo, era la sensación de estar expuesto, era destrabar tus ardores, era esa carnalidad definitiva y manifiestamente hermosa . La lógica abrumadora del deseo.
J. volvió a darme la vuelta, me recostó en el sofá y me abrió las piernas. Pensé que iba a follarme, su polla brillaba como la jodida Excalibur, se reclinó y metió su cabeza entre mis piernas. Mi pecho se inflaba de aire mientras un placer dulzón y abrasador atenazaba los pliegues de mi carne, mi culo se elevaba hacia su boca arqueando la espalda en una contorsión adorable y extraña.

Mientras, la parejita se levantó y se sentó en otro sillón muy cerca de nosotros, yo los observaba con el rabillo del ojo.

Me corrí a ráfagas, como si el oxígeno me faltara cada cuatro segundos, chorreando sudor y ganas. La pareja de enfrente se acariciaba con dulzura. J. volvió a besarme: – Es un espectáculo ver cómo te corres, el tío nos está mirando ¿ves? Le has puesto cachondo…ven, cómeme la polla como tú sabes.

Me incliné hacia la verga de J. y comencé a mamar. Chupaba su polla con fruición, en mamadas profundas, ruidosas, absolutamente salivadas. La chica comenzó a hacer lo mismo que yo, le comía la puntita de la polla a su chico como si temiera hacerle daño pero luego más profundamente. El chico disfrutaba la mamada mientras me miraba atentamente. Los jadeos de J se confundían con mis sonidos guturales. Escupía sobre la polla de J., me la metía entre las tetas, se la pajeaba, se la volvía a comer. Cada vez que levantaba la cabeza miraba como me observaba el chico. Y cuando volvía a la polla de J. seguía sintiendo sus ojos clavados en mí como alfileres por toda mi piel. Me gustaba esa reciprocidad, me tenía guarrísima. Era mi primera mamada de exhibición.

Mientras le comía la polla a J. no podía evitar de vez en cuando tocarme el chochito. Lo notaba hinchado y muy mojado. Nos estaba gustando el juego. J. tenía la polla a punto de reventar. La metí de nuevo en la boca pero fui yo quien estalló. Sentía mi cuerpo temblar en sacudidas de placer. No recuerdo si J. llego a correrse o no, estaba totalmente absorta en mi gozo. Como parte de un todo o como una nada absoluta, como el ser más egoísta y al tiempo más generoso del mundo, como la más brava o la más dulce.

J. tenía razón, no follé aquella noche en aquel club, pero fue una experiencia muy morbosa y excitante. Me corrí varias veces. Me llevo escenas junto a otras parejas, los gemidos que se escuchaban, espejos por todas partes, el modo en que le narraba a J. como follaba la pareja del cubículo y que él desde donde estaba no podía ver…

Al llegar a casa de J. desatamos todo ese morbo de nuevo y sí, nos follamos y nos quisimos mucho, yo al menos sí le quise a él mientras me lamía, me besaba, me follaba o mientras yo le lamía, le besaba o le follaba a él.

Quedamos en que volveríamos a vernos pero aún no ha podido ser. De vez en cuando nos enviamos algún mensaje o algún correo. Yo he vuelto a mi rutina, esa que a veces creo que solo consiste en soportarlo todo. Otras no. La vida tiene una condición extraña y contradictoria, quizá por eso trato de alcanzar cuanto de bueno o bello me llega de ella y trato de sentirlo en su esencia, quizá porque una parte de mí se muere mientras la otra resucita.