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miércoles, julio 23, 2025
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Los diferentes tipos de protectores íntimos

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Todas pasamos por eso una vez al mes, y quien nos diga que no, o es que está embarazada, o le esta dando el pecho a su hijo, o es que ya le ha llegado la temida menopausia, y todas nosotras una vez al mes, muy probablemente bajamos al supermercado más cercano a comprar lo que denominan los hombres, o por lo menos mi marido “los protectores íntimos para la mujer” (palabreja que le otorga el hombre).

Así que hoy os vengo a hablar sobre esos diferentes productos a los que podemos optar.

LAS COMPRESAS

Primera parada de toda mujer, pues cuando ya dejamos oficialmente la niñez para convertirnos en “mujercitas”, es lo primero que probamos. Las tenemos, con alas, sin alas, ultra mega super finas, con control del olor, de algodón, tejidas, de dia, de noche, de super noche; vaya que en aquí tenemos bastante variedad. Cada una elije la suya según el tipo de flujo que tenga, y según la duración del periodo menstrual.

Para mi es el producto más incomodo con diferencia del mercado, pues no solo es que me da la sensación de llevar un pañal, sino que por mucho que en cualquier momento se te puede mover y tener un pequeño o gran percance con la ropa, pues muy probablemente no nos solemos dar cuenta hasta que vamos al baño y vemos que nuestros pantalones, braguitas o lo que sea está manchado.

Otra cuestión a tener en cuenta es que no es lo mismo por la noche que por la mañana, pues cuando estamos despiertas notamos más esa visita de nuestra gran amiga la de rojo, así que si esta es vuestra opción, os aconsejo que tengáis un par de tamaños diferentes para según el momento en el que lo necesites.

Por último no nos olvidemos que con una compresa no te vas a poder bañar en la piscina, ni en la playa, y creerme cuando os digo que ir a la playa con una compresa aunque no te bañes es sumamente incómodo.

LOS TAMPONES

Esta opción creo que es la más extendida y mejor aceptada entre nosotras, pues casi todo de lo que carece su antecesora la compresa, el tampón lo cubre.

Aquí también tenemos varias opciones, el típico pequeñito sin aplicador, que es el que curiosamente y no se muy el porqué, con el que casi todas nosotras empezamos, con aplicador, que viene a ser un tubito de plástico el cual hace más cómodo ponérselo.

En esta opción también encontramos varios tamaños, (mini, normal, regular y super), elegir el adecuado es como la compresa, según el flujo que tengas, si es en los primeros días, lo más normal es que utilices el mini o el normal, y a partir del final del segundo día el regular o el super, para volver a los minis o normales en los últimos días; vaya que lo más lógico es que en este caso también tengas que hacerte con un par de “tamaños” para cada ocasión.

Una de las cosas porque las mujeres nos decantamos por esta segunda opción es porque (al menos para mi), es más cómodo, más higiénico, y sobre todo (como decía el anuncio), con el puesto puedes hacer casi de todo, incluso bañarte en el mar o en la piscina, sin miedo a manchar absolutamente nada.

COPAS MENSTRUALES

Esta opción todavía no está muy consolidada entre nosotras las mujeres, pero he de confesar que cada vez está cobrando más fuerza.

Como su nombre indica es una copa, pues tiene forma de tal, está fabricada en silicona medica, muy manejable y normalmente suelen tener un saliente en su parte inferior para que nos sea más fácil su extracción.

Normalmente en este caso, nos encontramos con tres variedades, pequeña, mediana y grande, y como en las otras opciones esto varia en función del flujo, pero también en función de la anatomía de la mujer y si ha tenido o no parto vaginal.

Yo hace unos meses me hice con una de estas copas menstruales, mi primera impresión fue ¿y cómo narices me meto yo esto por ahí abajo?, pero luego me di cuenta de que no era tan difícil, ponérsela, si que es verdad que las primeras veces necesitas un poco de paciencia y maña, pero una vez cogido el truco es muy fácil y sencillo de utilizarla.Como punto a favor, destacaría la durabilidad de este tipo de protector femenino, pues tan solo basta con esterilizarla en agua hirviendo durante cinco minutos, antes de la primera vez que lo vayamos a utilizar en el mes, y otra vez la última vez del mes que te la quites. Debido a esta durabilidad, llegamos a ahorrarnos un buen pico de dinero, pues cada copa te dura perfectamente de tres a cuatro años.

Como punto en contra, si sois aprensivas a la sangre, el momento de vaciar la copa es algo desagradable. Yo después de utilizar las tres opciones me quedo con la copa menstrual, pues es igual de cómoda que un tampón, y debido a su capacidad puedes estar tranquila de que no vas a manchar durante las 10 horas siguientes después de habértela puesto, incluso me atrevería a decir que dura más, pero yo por lo menos todavía no he llegado a pasar más de 8 horas sin vaciarla.

Una diosa en mi camino

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Los días pasaron aquel cursillo, y yo no dejaba de mirarla a todas horas, admirando sus femeninos gestos, sus angelicales sonrisas, muriéndome de ganas por hacerle el amor hasta el fin de los tiempos. La cosa es que un profesor me cambió de sitio y oportunamente fue delante del suyo. Pronto entablé conversación con ella y descubrí que además de su increíble belleza era muy simpática y divertida.

Un buen día mientras tomaba apuntes me pareció oír algo así como un suspiro detrás mía, no le di mas importancia, pero pronto me di cuenta de que era mas insistente que suspiros casuales. Seguí el juego haciendo lo mismo. Ella jadeaba en un tono suficientemente bajo como para que no la oyera el resto de personas. Pronto empecé a empalmarme conforme asimilaba sus retorcidos gemidos tras mi cabeza. Noté una erección fuera de lo normal para mí hasta ahora. La clase concluyó y durante el descanso traté de replantearme todo aquello, ella actuó como si no hubiera pasado nada. Tras la siguiente clase llegó la hora de irse a casa.

El suceso me mantuvo mas horas de lo conveniente sin dormir, así que al día siguiente llegué totalmente deseoso de continuar. El «juego» no se hizo esperar, ella comenzó nuevamente y yo seguí, mas excitado todavía si podía, que el día anterior. Sus suaves gemidos me recorrían la cabeza. Le pedí un boli y al cogerlo puede comprobar como nuestras manos parecian no soltarse y se agarraban extrañamente fuerte. Una intensa mirada de segundos parecidos a años enteros me atravesó de lado a lado. Le susurré al oído «te quiero», ella permaneció en silencio y al girarme continuó con los suspiros.

Poco antes del descanso, justo antes de acabar le susurré nuevamente: «vamos al baño». Al terminar corrimos separados y disimuladamente al baño. Como yo le seguía entré al de mujeres tras ella. Los dos accedimos a una cabina e inmediatamente ella saltó sobre mi y comenzó a besarme. Yo respondí con convicción pero totalmente alterado y nervioso en mis adentros, deseaba comérmela a besos.

Nuestras lenguas se palpaban y entrelazaban muy apasionadamente. Ella deslizó una manó sobre mi camiseta y llegó hasta mi bragueta, bajó la cremallera de un tirón. Mientras seguíamos besándonos se abrió paso con su mano en mi calzoncillo y al encontrar mi polla la agarró y me la sacó. Dejó de besarme y bajó decidida hacia ésta, totalmente dura y a punto de explotar. Un impulsó me hizo susurrarle «cómemela entera», casi escapándose de mi boca con una voz incluso temblorosa. Ella comenzó y me lamió el paquete y la polla con gran insistencia, de arriba abajo y jugueteando con su lengua en la punta de mi capullo.

Rápidamente se desabrochó su decorativo cinturón y su pantalón mostrándome su absolutamente sobrehumano culito, cubierto por unas llamativas braguitas que inmediatamente arranqué de mi camino. Le inserté mi miembro y comencé a empujar contra ella salvajemente, nada era comparable a aquel placer. Al tiempo que veía que comenzaba a subir el volumen de sus suaves gemidos alguien pareció entrar en el baño. Paré, la giré de frente a frente y tapé su boca jadeante con mi mano. A los pocos segundos oímos como se iba quien hubiese usado el baño con un portazo. Quité mi mano de su boca y la recosté sobre el water, que estaba cerrado. Volví a metérsela y rápidamente noté que llegaba al final. Como si ella también lo estuviese notando sacó con su mano mi pene de su vagina permitiéndome eyacular sobre esta. En aquel momento fui yo quien no me pude contener y gemí largamente. Cogió un papel higiénico, se limpió bien la zona, subió y abrochó sus pantalones. Me dijo adiós suavemente, me dio un beso en la mejilla y se fue.

Cruceros para parejas

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Barcelona – Roma – Abril 2018

DESIRE, pionero en experiencias vacacionales para adultos, está orgulloso de presentarte su nuevo crucero para parejas liberales.

Descubra la SENSUAL MANERA DE QUEDARSE … El crucero conceptual exclusivo para parejas de Desire, donde la ropa es opcional y los puertos de escala son infinitos. Zarpa de Barcelona a Roma en abril de 2018. A bordo de este santuario sensual en el mar, usted y su pareja redefinirán el erotismo, en destinos exóticos, mientras te conducen en un viaje de fantasía y ensueño.

Romance y sensualidad se encuentran en cada detalle de las callejuelas adoquinadas, las elegantes explanadas, los senderos de los acantilados, los paseos marítimos y las carreteras de mármol. Cuando caminamos por las ciudades, pueblos y aldeas de Europa, es casi como si estuviéramos caminando de la mano en un viaje espectacular en el tiempo.

Hemos seleccionado cuidadosamente este increíble barco y esta ruta exótica para que podamos ofrecerles a nuestros pasajeros la oportunidad de vivir una experiencia sensual y picante de alta gama en un entorno lujoso y seguro, donde recibirán un servicio de la mejor calidad y visitarán sitios paradisíacos.

Con un ambiente vibrante que es cálido como el sol, usted y otras parejas de ideas afines, se embarcarán en un viaje de experiencias sensuales que enriquecerán la imaginación, haciendo realidad sus fantasías en el mar.

Después de las promesas del chat

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Strong desire between couple of young people

Mis pasos me llevarán nerviosa y agitada…estaré esperándote en la esquina acordada, expectante, con esa extraña sensación que a uno lo invade cuando se está por jugar…Tu voz llegará a mi cabeza para darle envión a mis acciones y la energía de todas tus palabras peleará por hacerse fuerte y tomar su lugar…

Cada segundo que pase será eterno…pero me resultarán útiles para recordar lo bueno que fue haberme atrevido a llamarte, sorprenderte, robarte esas bellas carcajadas y reconocer que sos más que la fantasía de un caballero perdido en la red…que sos además audaz, pícaro, simpático, guarango…que sos finalmente, un hombre.

Siento tu profunda voz llamándome, ¡Allí estás!. Mi corazón ha saltado al reconocerla, de ahora en adelante todo es avanzar…Subo a tu auto, con calma, tratando de sentirme un fantasma que pasa desapercibido, como un hecho común al que deberé comenzar a acostumbrarme…Soy invisible, nadie me ve, nadie me conoce…

Finalmente nos descubrimos, nos miramos, frente a frente, mis ojos perdidos en los tuyos y mi boca anhelando tu primer beso…mi cara entre tus manos, suaves y dulces besos de puro deseo, que luchan contra los caballos salvajes que se intentan desbocar dentro nuestro…

A esta altura, creo que podremos dejar el café previo para el descanso que nos permitamos en el medio de nuestra contienda. No puedo contener el deseo de acariciarte, sentir que sos una realidad, pegarme a tu cuerpo, sentir tu calor, reconocer tu olor, contener tu vibración, sentirte nervioso, quizá…

Te provoco varias veces, buscando que detengas la marcha para comerte la boca…enredar mis manos en tus cabellos, besar tus ojos, sus sienes., todo lo que protege el maravilloso cerebro que te rige y que permitió que una simple chispa mía, te despertara cosas olvidadas, aletargadas, añoradas…

Acelerás, tampoco podemos dejar que el tiempo se nos escape…Quizá estemos fumando y riéndonos de todo esto, pero los nervios son inevitables… Finalmente encontramos el lugar que buscamos para dejarnos ser…Bajamos de tu auto y tomados de la mano ingresamos. Si hay ascensor, allí será nuestro primer abrazo, apretado, sostenido…y si no, ya en el cuarto; luego de ser acondicionado a nuestro gusto (luces, música); al fin y al cabo, será el lugar que nos cobijará…Será nuestra isla, donde todo lo que estuvimos deseando se llevará a cabo.

Nos abrazamos con pasión y desenfreno, besándonos, acariciándonos, oliéndonos, lamiéndonos con desesperación, trato de beber de tu boca, buscando en ella tu elixir de vida…

¿Quién sabe dónde ha caído nuestra ropa de calle..? pero nuestras manos van por más, no cesan en su trabajo de reconocimiento, piel con piel, sintiendo el fuego y los gemidos de placer y deseo que nos provocamos. Inevitablemente la cama es el lugar ideal para que continuemos disfrutándonos…Tus yemas rozan mis pezones por sobre mi corpiño, volviéndolos más duros a tu boca que los busca… mientras yo siento crecer y latir tu miembro en mis manos. Tomas mis pechos, juegas con ellos, los besas, los lames, los aprietas, robandome suspiros…siento tu excitación, tu respiración agitada mientras me decís lo que estás sintiendo y lo que soy para vos en ese momento.

Subís a mi boca, nuestras lenguas se enroscan con furia, pasión y ganas, tus manos juegan con mi cabellera y muero de placer cuando te oigo decir mi nombre con tus ojos cerrados. Como si finalmente estuvieras cumpliendo tu deseo… Me guiás a ponerme boca abajo, acariciás con tus labios mi cuello, mi espalda, acrecentando mi excitación, haciendo que me arquee…al ver mi respuesta me tirás del pelo y me susurrás cosas calientes al oído, me mordisqueás, me besas…Giro lentamente, buscando verter en tu boca más de los besos prometidos y siento tu mano que ya está sobre mi sexo, palpitante, muy húmedo, ansioso y desesperado por tu llegada…le vas haciendo lugar a tus dedos, con ternura, acariciándolo, sintiendo como se estremece por vos…jugás entre mis labios y mi clítoris, mientras yo simplemente me voy muriendo lentamente…Descubres la firmeza de mi botón y tu boca no puede evitar desearlo y allí vas…a saborearlo, morderlo, enloquecerlo…siento cómo tu lengua me come y estoy elevándome en mi primer orgasmo, gritando tu nombre, entre gemidos y temblores increíbles de placer.

Has liberado todos mis demonios, hasta los más perversos y ahora salgo yo por mi presa…caliente y más hambrienta que antes…Comienzo a recorrer tu cuerpo con mis labios, mi lengua, mis manos…tratando de brindarte todo el placer que puedas soportar y lograr despertar al último de tus demonios, para que salgan a gozar con los míos.
Bajo por tu pecho, deteniéndome a saborear tus tetillas, tu abdomen…para hundirme finalmente entre tus piernas…mi boca muere por devorar tu miembro…lo beso, lo lamo, lo mordisqueo dulcemente…mi lengua juguetea tiernamente con su cabeza, haciéndolo latir y brincar…sigo el sinuoso recorrido de sus endurecidas venas con las yemas de mis dedos, despacio, lentamente y luego vuelvo a llevármelo a la boca con fruición y lo chupo una y otra vez, mientras mis dedos juegan suavemente entre el recorrido que viene desde tu cola hacia la base…oírte y verte gozar de esta forma me parece una bendición. Te quiero dentro de mi y te lo pido de la forma más procaz que puede solicitarlo una mujer caliente…
Y estás otra vez arriba, nos besamos furiosamente y puedo sentir el sabor de mis jugos en tu rostro, en tu boca; te espero totalmente abierta y entregada…resignada a mi destino…
Entrás con dulzura, aprovechando mi humedad y la que ha dejado mi saliva en tu miembro, te gusta el calor y lo apretado de mi vagina, sentís sus latidos y me lo demostrás con tu bombeo que se acelera y tus jadeos.

Tus estocadas son certeras, profundas, siento que me estás partiendo y más me caliento…Trato de reconocer los sonidos que provocamos ….te aferro a mi con mis piernas, para sentirte más adentro, para fundirme en vos y trato de moverme al ritmo que me imponés. Veo tus ojos casi en blanco, te oigo bramar, tu cuerpo comienza a estremecerse violentamente, tu furia está llegando…si fuimos precavidos, querré que acabes en mi, entre gemidos y estertores, nombrándome…dándome el regalo de poder verte y saber que soy nada menos que yo la que te está provocando eso. Luego me acomodaré a tu lado, abrazándote, agradecida, feliz hasta las lágrimas…disfrutando juntos el después y quizá ¿por qué no? Permitirnos el café que evitamos antes, para reponernos…ya sea para salir a la calle o para un volver a empezar…

Amor a cualquier precio

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¿Has tenido un día difícil? -le preguntó mientras le ofrecía una copa de vino. -No veía el momento de volver a casa; de estar contigo. Ella rió con una risa sensual que sabía le volvía loco y se acercó a besarle en el cuello mientras comenzaba a desabrocharle los botones de la camisa. Él cerró los ojos y la dejó hacer mientras el vino empezaba a enturbiarle los pensamientos y una cálida sensación de abandono le invadía.

O quizás todo era efecto de la mujer. La única mujer que realmente había amado, la que hacía doce años que le acompañaba,  de la que no había podido separarse desde el primer momento en que la vio. Lucía. Con su pelo rubio y sus ojos claros, su cuerpo pequeño y cálido y su sensual sonrisa. Lucía, que hacía que cada día valiera la pena vivirse; que le subía al cielo cuando estaba con ella, cuya proximidad le quemaba y cuya ausencia le desgarraba en alma. Lucía, la luz que le iluminaba.

Sin dejar de besarle, le condujo de la mano hacía la habitación. El cuarto estaba en penumbra, con las persianas casi bajadas del todo. Tan solo una tímida claridad de las farolas de la calle se filtraba dejando ver sus figuras, pero no distinguir sus rostros nítidamente. Pero no era necesario verla. Se sabía su cuerpo de memoria, cada detalle, cada estría, cada exquisitez, cada curva. Sabía cómo tenía que tocarla, cómo acariciarla para hacerla alcanzar las más altas cumbres de placer antes de obtener él mismo su liberación. Desabrochó la bata de raso negro y acarició sus pechos turgentes con el dorso de la mano notando como los pezones se erguían. Bajó luego la mano por su desnudo vientre hasta toparse con la suave tela de sus bragas de encaje. Se arrodilló entonces ante ella y despacio la besó en el vientre acercando su boca cálida y pasándola por encima del encaje de su ropa interior.

Ella tenía los puños apretados a los lados, dejándolo hace a su ritmo. Con delicadeza pero con decisión, bajó la prenda de encaje lentamente por sus caderas, acariciando los muslos al tiempo que deslizaba la prenda hasta dejarla caer al suelo. Volvió a subir lamiendo con su lengua los mulos de la mujer y su vientre, y acabó de nuevo en sus pechos deleitándose en su dulzura. -¿Te gusta? -preguntó. -Ya sabes que sí -dijo ella sonriendo y acariciándole el cabello. -Sí, lo sé. La alzó en brazos y la depositó con cuidado sobre el cobertor de la cama. Ella apenas podía dejar de tocarle el tiempo suficiente para permitirle desprenderse del resto de su ropa, y cuando al fin estuvo desnudo, se tumbó a su lado acariciándola de arriba abajo lentamente, deleitándose en su voluptuosidad. La mujer luchaba contra su propia necesidad de seguir tocándole, pero sabía que a él no le gustaba hacerlo así. Ella tenía que encontrar satisfacción antes de que él la permitiera restituirlo y encontrar su propio placer, esta vez juntos. Sintió sus manos y su boca recorriéndola, seduciéndola; no había un solo centímetro de su cuerpo que él no acariciara, que no asaltara. Tenía que abandonarse y rendirse completamente a él.

Su mano se movió experta entre sus piernas haciéndola gritar y suplicar, pero él no la daba tregua. Quería que ella se entregara por completo antes de poseerla. La hacía retorcerse, licuarse en sus manos antes de permitirse él la liberación. -Por favor… -suplicó. Él le separó las piernas y se tumbó sobre ella cubriéndola por entero. Su boca se posó sobre la de la mujer forzándola a recibirle. Sus lenguas se encontraron en una lucha a muerte por alcanzar la salvación. Cuando al fin la penetró, estaba tan desesperado y ella era tan cálida y palpitante que se derramó casi al instante. Perdido en el cenit de placer, gritó su nombre. -Lucía. ¡Ah Lucía, mi amor! -y quedó inmóvil sobre ella. Permanecieron así durante lo que pareció un interminable lapso de tiempo, perdidos ambos en el silencio y en lo más profundo de sus pensamientos. Por fin, él se levantó de la cama y encendió la luz de la mesita de noche. Recogió la ropa del suelo y sin mirar a la mujer se dirigió a la sala. Se vistió y antes de marcharse sacó de la cartera unos billetes dejándolos sobre la mesa. Salió de la casa con una sensación de enorme vacío, como siempre le ocurría. Por un rato había vuelto con Lucía, la mujer de sus sueños; su mujer.

La había vuelto a tener en sus brazos y se había vuelto a sentir amado por ella. Pero cuando encendía de nuevo la luz, Lucía no estaba. Hacía dos años que ya no estaba. Aún seguía maldiciendo a la muerte que se la había arrebatado en aquel estúpido e infortunado accidente. Cabizbajo, se dirigió a su coche. Por hoy ya había tenido bastante. Pero volvería. Sabía que lo haría. Esa era la única manera de volver a estar con Lucía, de volver a sentirse amado a cualquier precio. Cuando oyó que la puerta se cerraba, la mujer se levantó de la cama y poniéndose un albornoz salió a la salita. ¡Se sentía tan sola! Se pasaba los días esperando que él volviera, como ocurría desde hacía más de un año. Por unas horas era la mujer más feliz del mundo. Mientras él la amaba. Pero luego volvían a la realidad y él se daba cuenta de que ella no era Lucía. ¡Cómo la odiaba! Daría cualquier cosa por borrarla de la mente y de la vida de él. Porque alguna vez le hiciera el amor a ella y no a Lucía. Pero sabía que eso no iba a ocurrir. Se tenía que conformar con lo que tenía. Era todo lo que iba a conseguir de él.Y se conformaba. Solo que a veces el amor no correspondido que sentía dolía tanto…

Vio los billetes sobre la mesa donde él los había dejado antes de marcharse, pero no los tocó. No era una prostituta y él lo sabía. No se acostaba con él a cambió de obtener una retribución económica. Aún así, siempre le dejaba dinero. Quizás para tranquilizar su conciencia. Y ella lo aceptaba porque no quería perderle; porque le quería. Y estaba dispuesta a seguir a su lado mientras él lo quisiera. A tener su amor a cualquier precio.

 

Sueño o realidad

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swingerA veces un hombre pone a volar su imaginación de una forma incontrolable, pareciera que tanto el alma y la mente se disputan todos los días sobre el control de nuestros cuerpos.

Prueba de esto fue un día que iba en el camión, estaba con una amiga, ella me platicaba un tanto de su vida, ella iba sentada, pero decidió ofrecerle su lugar a otra persona, traía un pantalón blanco y una bragas rosas, debo decir que tiene un trasero realmente voluptuoso, y cuando se levantó logre apreciar como su pantalón en una inmensa lucha buscaba contener dentro el ya mencionado.

Ella me seguía platicando pero debo decir que ante escultural cuerpo mi mente decidió apropiarse de mi persona, y mi mente se dejó llevar, me imaginé el resto del día, como bajábamos del camión, como me susurraba al oído «estoy ardiendo» y como en un abrir de ojos estábamos ambos desnudos en su cama, como con mis labios recorría todo su cuerpo, mientras ella melodiosamente gemía, al ritmo con el cual mis dedos entraban dentro de ella.

Yo lujuriosamente la veía y con un pestañeo coqueto me indicaba que era hora de embestirla, lo hacia una y otra vez, hasta que por fin me venia y ambos colapsábamos en la cama para terminar ese momento con unos húmedos besos.

Por el movimiento brusco del camión logré despertar y oh! sorpresa, tan cálida fantasía se veía reflejada en el bulto que traía en mi pantalón, y para mi suerte nuestro destino ser acercaba y no hallaba la manera de ocultarlo, me levanté y como pude logré disimular, pero ante la lucha por salir debido a tantos pasajeros, sentí como una mano intentaba estrujar mi miembro y acto seguido visualicé ese pestañeo coqueto de mi amiga. Desde ese momento intento entender si lo que pasó fué una fantasía o una realidad…

EL GOURMET

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Dicen que todo lo que somos, es la suma de nuestras PARTES. Pero también es cierto que a veces, alguna de ellas puede ser tan absolutamente fantástica, que simplemente se convierta en el TODO por el que se nos reconoce.

A y yo, fuimos primero compañeros de trabajo, pero luego, una vez sabida por ambas partes nuestra común atracción por las mujeres, nuestra complicidad y confianza alcanzó tal punto, que me convertí casi sin buscarlo en la guardiana de su gran SECRETO. Cuando me confesaba sus escarceos, los compartíamos divertidos, e imaginábamos juntos cual sería el siguiente paso a dar. Sin embargo, era curioso que él siempre se detuviera y nunca quisiera llegar más allá de un mismo punto, y ese era precisamente, el de SABOREAR el sexo de una mujer.

En verdad, he conocido a pocos amantes como él. Jamás oí a nadie hablar con tanta pasión y conocimiento del coño de una mujer. Su DEVOCIÓN por explorar y mimar cada rincón, cada pliegue, cada hueco de la divina cavidad, era asombrosa. Escuchándole, una podía imaginarse estar al lado de un alquimista concibiendo un nuevo perfume, y llegar a saborear absorta todos y cada uno de los infinitos matices con que describía minuciosamente el íntimo aroma femenino… un perfume frutal, amaderado, ácido, mezcla de tierra húmeda y dulzor de caramelo, el más increíble de los manjares que él jamás hubiera probado… Se trataba sin duda, de un verdadero GOURMET.

Por aquel entonces, yo estaba loca por otra MUJER, con lo cual, compartir con A mis deseos y fantasías, no sólo era estimulante, sino también de lo más didáctico. Sin embargo, llegó un momento en que en nuestras conversaciones, no sólo compartíamos experiencias, sino que jugábamos a provocarnos mutuamente, de forma casi imperceptible pero muy, muy CERTERA. Así, al final de cada una de ellas, yo me iba a casa realmente alterada, y en mi interior no deseaba otra cosa que no fuera sentir sus labios y su lengua recorriendo mi sexo… Y él, acababa igualmente soñando con mis piernas abiertas y mi coño DESNUDO dispuesto a su merced. Los dos éramos perfectamente conscientes de que eso acabaría ocurriendo… la única incógnita por resolver era el CUANDO.

Una noche después del trabajo, A y yo nos fuimos a tomar una copa juntos al bar de siempre, pero estaba cerrado, así que decidimos tomárnosla en su casa. Allí nos relajamos y empezamos una de nuestras conversaciones, como otras tantas veces, solo que esta vez estábamos acurrucados en el sofá, a media luz y susurrándonoslo todo al oído… Creo que los dos sabíamos lo que queríamos, pero para asegurarme, empecé a contarle con toda mi intención y sin omitir detalle, cómo esa misma tarde antes de entrar a trabajar había estado con mi chica jugando… cómo nos habíamos tocado… y cómo habíamos estado RESTREGÁNDONOS nuestros sexos uno contra otro hasta llegar al orgasmo… El se puso excitadísimo, y con su mirada más perversa me preguntó:

– «Oh, Dios, dime que después de ello no te has duchado… «

Sonriendo, y disfrutando del impacto que sabía produciría en él la respuesta, le contesté maliciosamente:

– “Hmmm… como llegaba tarde a trabajar NO me ha dado tiempo… una pena… ¿no crees?”

En ese punto, y sin duda alguna ya, nos abandonamos a una PASIÓN totalmente desenfrenada. Sin apenas quitarnos la ropa, nos abrazamos, nos besamos, nos acariciamos, y sin embargo, A, esquivó deliberadamente rozar siquiera mi sexo en todo momento, lo cual me hacía desearle aún MÁS. En un instante de inesperada calma para recuperar el aliento, él se hincó de rodillas y se abrazó a mis braguitas ya empapadas, como quien se prepara para degustar el postre más delicioso. Sentí cómo inspiraba mi aroma con verdadera devoción, y cómo empezó a acariciarme con un dedito increíblemente hábil, luego con dos, por encima de la blonda de encaje. Después, me bajó la braguita hasta las rodillas, y me separó las piernas con delicada firmeza. Hundió su cabeza entre mis muslos y empezó a desplegar todo su arte. Sus dedos, delicados y certeros jugueteaban lentamente con mi clítoris mientras su LENGUA MAESTRA recorría traviesamente cada rincón, cada pliegue, se sumergía y afloraba en mi rajita, y me saboreaba de un modo como nunca antes había experimentado. Consiguió que me corriera, no una, sino VARIAS veces hasta el delirio, mientras no podía dejar de IMPLORARLE, jadeante hasta la extenuación, que por favor no parase de comérmelo como lo estaba haciendo…

Acabé la noche chorreando entera sobre su cara, que luego lamí amorosamente, en señal de agradecimiento. No intenté volver a excitarle, porque sabía que sería INÚTIL. Porque como ya había comprendido desde hacía tiempo, el único modo que tenía A de satisfacer verdaderamente SU placer, era teniendo en sus brazos el venerado sexo de su amante, dispuesto a recibirle sin condiciones.

Hay quien creerá que A era un amante incompleto. Yo simplemente creo que era un perfecto GOURMET. Y la parte por la que se le reconocía y nunca se olvidaría su todo, es precisamente la que perdura aún en mi memoria cada vez que otro hombre, u otra mujer, acerca sus labios a mi coño.

Para A. Porque pusiste el listón del 10 terriblemente alto.

 

La Macarena – Resort

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¡El sol, el mar, gozo culinario, ubicación única, naturaleza, libertad y… erotismo! Mimados todo el día y sin quebraderos de cabeza. En un entorno precioso donde uno se puede relajar de verdad.

Mimados todo el día y sin quebraderos de cabeza. En un entorno precioso donde uno se puede relajar de verdad. Natural. Respetuoso. ¡Y con nivel…!

Por supuesto que el erotismo importa. Muchos swingers le preceden. La mayoría de las parejas vuelven. Y con razón. 24 por 24 se puede relajar despreocupadamente con personas tolerantes y alegres quienes tienen el mismo estilo de vida que usted. La Macarena no solamente provee un entorno jovial y familiar, pero sobre todo el ambiente le entusiasmará. En suma, conozca un oasis de paz, respeto y espacio, para y con unos y otros.

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El jardín del Edén

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Hemos transmitido los 3 locales a nuevos propietarios para concentrarnos en una solo aventura, la de Barcelona. En este nuevo local, donde primará el respeto y la discreción, ponemos en práctica, para vuestro disfrute, toda nuestra energía e ilusión para que sea un sitio exclusivo en el que podrán dar rienda a sus fantasías eróticas y sus numerosos deseos.
Además de impresionantes detalles de decoración, con zonas interiores de 900 m2 y exteriores chill out de más de 700 m2, os propondremos servicio de restaurante a ciertas épocas del año.

NUESTRA FILOSOFÍA

Hoy en día, el sexo y la pornografía están expuestos a ojos de todos. Hemos perdido el verdadero significado del libertinaje y su magia, ya que se ha democratizado.

EL JARDIN DEL EDEN BARCELONA es la apuesta en hacer revivir la cultura libertina, la original. Nuestro local está reservado para a seres sensibles a la ELEGANCIA, los defensores de la LIBERTAD ERÓTICA. A los “adictos” de la FANTASÍA y de la FIESTA en un entorno precioso donde hay SEDUCCIÓN. Vivir una sexualidad CREATIVA, entre adultos LIBRES y cuales comparten la misma filosofía sobre todo el PLACER y el DESEO.

VESTIMENTA CORRECTA

En el JARDÍN DEL EDÉN BARCELONA, nos encanta la magia: mujeres FEMENINAS, hombres ATRACTIVOS. También es un punto de encuentro de SEDUCTORES listos para HECHIZAR.

Unos consejos: en el JARDÍN DEL EDÉN no nos gusta calzado o ropa de deporte, cuellos altos… en definitiva, vestirse con clase y BUEN GUSTO son requisitos previos para seducción.

Si desean participar a nuestra MAGIA , sedúzcanos !!

La dirección se reserva el derecho de entrada.

Hotel Villa Darkum

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Este hotel liberal está ubicado cerca del centro de Málaga, a 10 minutos a pie de la playa. El Swinger Hotel Villa Darkum Adults Only está situado en las colinas de Málaga, a solo 1 km de la playa. Dispone de jardín con piscina al aire libre y camas balinesas.

Las habitaciones están decoradas al estilo clásico y cuentan con con todas las comodidades de un hotel de esta categoría.

El Swinger Hotel Villa Darkum alberga bar y ofrece la posibilidad de tomar una bebida en el jardín con cama balinesa o en la zona de relajación. El hotel tiene otras instalaciones como salas de juegos para adultos privadas o compartidas y sala de cine. Dispone de bañera de hidromasaje bajo petición.

El establecimiento ofrece una amplia gama de masajes y cuenta con salón de estilo árabe.

El hotel, bien comunicado con la autopista A7, está a solo 3 minutos en coche del parque Lagarillo Blanco. El aeropuerto de Málaga se encuentra a 20 minutos en coche.

DARKUM