Todas estaréis de acuerdo conmigo en que, una vez dado a luz, lo que más deseamos es volver a nuestra antigua vida sexual. Pero, claro, aquí nos encontramos con ciertos temores. Si hemos dado a luz por vía vaginal, nos aterra que aún este la zona delicada como para ahora dedicarnos a tener sexo y dañarnos. Si hemos tenido una cesárea, el miedo a que un punto se abra, a que el útero no lo soporte, a mil cosas que llegamos a pensar, nos van retrasando ese momento de la primera relación post-parto.

Muchas parejas temen que la llegaba del bebé, “dañe” esas relaciones sexuales en la pareja, pero expertos en la materia informan que si se asume esa nueva situación será más fácil volver a la normalidad incluso reforzar la relación. Así, lo expone el psicólogo y sexólogo Juan Macias: “Lo importante es asumir que el cambio es transitorio y que puede ser incluso una oportunidad para crecer sexualmente”.

Los ginecólogos y matrones están de acuerdo y siempre te dicen lo mismo: “Tú sabrás cuando estás lista para ello, tu cuerpo te lo dirá”.

Y tienen razón, pero ahí nos vemos todas pensando: ¿estaré ya lista? ¿me dolerá? ¿habré perdido sensibilidad? ¿seguiré disfrutando igual? ¿mi vagina estará preparada para la penetración? ¿deberá de ser a un ritmo lento y suave?

Y muchas más preguntas que nos empiezan a martillear la cabeza.

Además, la mujer empieza a sentirse insegura por el cuerpo que se le ha quedado una vez que ha dado a luz; seguramente ha aumentado alguna talla, la piel de la barriga puede que cuelgue un poco, los pechos han cambiado… Resumiendo, somos otra. Eso nos asusta, porque podemos llegar a pensar que no gustaremos a nuestra pareja. Añadiendo el cansancio extremo que llegamos a sentir con la llegada del bebé.

Por eso aquí algunas recomendaciones para ambos:

–     Usar lubricante, cuando damos a luz pasamos una época de sequedad vaginal, y el uso de lubricante nos ayudará a que la penetración no sea dolorosa o molesta.

–       Sin prisas, ambos tenéis que pensar que la mujer ha pasado por un parto  y su cuerpo necesita tiempo hasta que llegue a ser el que era, por lo tanto, cuando comencéis, alargar los preliminares, disfrutarlos, y sobre todo de esa intimidad de pareja; porque puede pasar que el bebé se despierte e interrumpa las relaciones, que a la mamá le de miedo o sienta cierto rechazo a la penetración por temor a sufrir dolor.

–        Elegir una postura sexual donde la mamá se encuentre a gusto y no tenga molestias.

–        Practica los ejercicios de Kegel, estos te ayudarán a recuperar el tono muscular.

–        Trabajar en aumentar el deseo y la apetencia sexual, ya que estos se verán mermados por la nueva situación.

–        No ser exigente, aceptar un acercamiento progresivo y una normalización gradual de la sexualidad.

Tranquilos, todo a su tiempo, volverá a su cauce.