swingerNo podía ser tan fácil, no, pero por intentarlo…Nerea introdujo los mismos datos de acceso de la cuenta de hotmail, pero:

“Los datos de conexión no son correctos, prueba otra vez”.

Nerea introdujo de nuevo el mismo nombre de usuario “sweetdarling”, pero esta vez pulsó “¿Has olvidado tu contraseña?” , abrió de nuevo el correo de hotmail y ¡Bingo! ¡Ya estaba dentro! Aún no lo sabía, pero estaba a punto de sumergirse en un mundo totalmente nuevo que la llevaría más allá de sus fantasías.

Sweetdarling se describía a sí misma como una chica liberal, atractiva, morbosa, bisex, con ganas de pasarlo bien sin malos rollos y con las ideas claras. Buscaba parejas heterosexuales, parejas (ella bisexual), parejas bisexuales, mujeres bisexuales y hombres heterosexuales para sexo en grupo, tríos, sólo ellas, mirar y ser vistos, sexo oral, prácticas BDSM y compartir fetiches.

Las fotos de Sweetdarling no dejaban mucho a la imaginación. En algunas fotos posaba en sexys posturas vestida únicamente con corsés, medias, ligueros y tacones de vértigo, en otras tan solo llevaba las medias y los tacones dejando ver su sexo rasurado y sus firmes pechos. La chica era una belleza y rezumaba erotismo y sensualidad por todos sus poros, Nerea se sintió acalorada al pensar en la suave caricia de aquellos pechos. Paseó la lengua por sus labios humedeciéndolos e imaginando el dulce néctar de la chica derritiéndose en su boca. Un estremecimiento recorrió su cuerpo, su corazón se desbocó, su sexo comenzó a palpitar con vida propia, húmedo, caliente, hambriento…. Un momento… ella nunca se había sentido atraída por otra mujer… sin embargo… el erotismo explícito de las fotos, la belleza de la chica y la libertad con la que se exponía la habían excitado como nunca… Se desabrochó el pantalón y sus manos recorrieron sus húmedas braguitas. Un gemido de placer se escapó de sus labios al sentir su coño caliente. Frotó su clítoris en círculos, mientras se introducía los dedos de la otra mano hasta llegar al punto G. Imaginó sus dedos en aquel dulce coñito de la foto y un torrente de placer recorrió su cuerpo explotando en convulsiones y gemidos mientras un líquido caliente corría por sus piernas.

Estaba todavía jadeante, con la mirada perdida en el techo, cuando un sonido la sacó de su ensimismamiento, «pop» una ventana de chat acababa de abrirse en la esquina inferior derecha de la pantalla del ordenador: «Hola bombón». Nerea se asustó, se quedó bloqueada unos segundos y al siguiente cerró de golpe la pantalla del portátil, con el corazón saliéndosele del pecho. Se repuso como pudo, se recolocó rápidamente los pechos en el sujetador, se metió el suéter dentro del pantalón, recogió sus cosas apresuradamente, y abandonó la oficina tan rápido como pudo. Fue al sentarse en su coche para arrancar cuando sintió su sexo descarada y exageradamente húmedo.

A la mañana siguiente Nerea apareció ojerosa y cansada en la oficina. Había pasado la noche en continuo duerme-vela, revolviéndose entre las sábanas, despertando y volviendo a soñar siempre con lo mismo, viéndose en medio de multitud de cuerpos, de multitud de manos que la acariciaban, bocas que la besaban y lamían, totalmente a su merced. Se había despertado cansada, extenuada, empapada de sudor y de lujuria.

Al llegar a la oficina, agotada antes de empezar el día, ya le habían servido el almuerzo otra vez, un plátano y dos mandarinas colocadas convenientemente encima de su mesa.

– Que aproveche!
– Iros a la mierda!
– Vamos, encima que te preparamos un almuerzo sano, lleno de vitaminas, sólo falta la leche, pero si quieres la pongo yo…
– La leche de tu madre, cabrón

Vaaaale, jajaja, buenos días inspectora.

Nerea pasó un buen rato haciendo papeleos pendientes hasta la hora del almuerzo, a la que se vaciaba la oficina. En cuanto se vio sola, entró de nuevo en la web de swingers. Esta vez con más calma, se dispuso a navegar por la web en busca de algo que le dijera algo más sobre Ana Mínguez, la profesional liberal que resultó ser liberal también fuera de su profesión. Introdujo los datos de acceso y accedió de nuevo a la web como “sweetdarling”

«Última actividad de tus amigos», cientos de mensajes cortos llenaban la pantalla,

«a fulanito le gusta la foto de menganito»

«menganito ahora es amigo de zutanito»

– Esto es como un facebook, pensó

Pero con una salvedad: las fotos de los perfiles eran en mayoría primerísimos primeros planos de órganos sexuales, tanto masculinos como femeninos.

– Vaya, parece que muchos ponen fotos de su cerebro! Pensó para ella.

Siguió navegando por la web. «Últimas fotos»…fotos, fotos y más fotos, parejas posando, juntos y por separado, chicos ostentando el mástil, mujeres posando, parejas haciendo el amor, mujeres haciendo el amor entre sí, tríos, cuartetos y orgías multitudinarias en toda regla. Nerea no podía creer que todo aquello fuera verdad. De un día para otro, todas sus ideas sobre la moral social convencional se le vinieron abajo. Al parecer una multitud de personas llevaba una doble y secreta vida. Y no todos eran súper modelos precisamente, había de todo, michelines, barriguitas cerveceras, gente normal y cuerpos «danone». Todos exhibiéndose en un escaparate virtual esperando ser elegidos para un posible contacto sexual. El abanico de edades abarcaba desde los veinte hasta los 60 y tantos.

– Dios! Hasta mis padres podrían estar aquí- pensó.

«mensajes 3″…click.

Había 3 mensajes sin leer y la lista de los ya leídos y sus respuestas era interminable. Se disponía a abrir uno cuando de pronto se abrió de nuevo la ventana de chat en la esquina inferior derecha:

-«hola bombón»

A pesar del golpe, y con solo una foto en el perfil a los cinco minutos de abrirlo ya tenía 7 solicitudes de amistad y 4 mensajes.

-Joder! La gente se pasa el día aquí o qué?!! pensó.

Revisó los perfiles de los que la habían contactado pero sadico69 no estaba entre ellos ni disponible en el chat. Marcó “me gusta el perfil” para acelerar el encuentro con el presunto sospechoso. Ahora solo tenía que esperar…

La curiosidad la hizo revisar los perfiles de los que la habían contactado, y le llamó la atención el de una pareja muy atractiva y sensual “los2qremos”. En su mensaje le proponían tomar un café y “lo que surja si hay feeling “. Ese “feeling” estaba revoloteando por su estómago y se instaló en su sexo, húmedo al instante. Sin pensarlo un momento, contestó “me encantaría, cuando quedamos?”.

-Pero qué coño estoy haciendo!! Estoy aquí para investigar! … o no?

Al momento recibió otro mensaje de los2qremos: “mañana a las 11 en la cafetería del hotel W”. “Alli estaré” respondió.

Apareció en la cita con unas botas altas de tacón, un minivestido ceñido y la lencería fina que se había comprado para la foto del perfil; nerviosísima y muy excitada. El café fue rápido, las miradas de complicidad entre ellos y de deseo hacia ella la convencieron. En el ascensor, la rubia se acercó sensualmente y la besó. El marido alargó su mano bajo la falda de Nerea rozando con la yema de los dedos la suave tela de sus braguitas.

¿Era esto lo que ella quería? ¿por qué estaba en ese ascensor junto a esa pareja desconocida? Esto formaba parte del caso, o había empezado a cruzar ciertas líneas imaginarias hacia un mundo completamente desconocido y por descubrir… notaba como aquel hombre introducía sus dedos en húmeda cavidad, y me gusta, joder…

-«Ding», no era nuestra planta…