Estoy en un club, bebiendo algo y bailando con aire un tanto distraído. Entonces te veo al otro lado de la pista, con un vestido brillante, corto y ajustado a partes iguales acompañando de unos tacones que quitan el sueño y un bonito collar de perlas. A partir de ese momento no puedo quitar los ojos de tus labios, de tus ojos, de tu boca, de tus tetas, pequeñitas y perfectas.

Entonces tu me miras y empiezas a acercarte, andas como un felino, como una tigresa, peligrosa, bella, segura de si misma. Parece q haya desaparecido todo el mundo, solo tengo ojos para ti.

Cuando llegas a mi altura no me dices nada, solo te acercas bailando como una autentica profesional y acercas mucho tus labios a los míos. puedo notar tu calor, tu aliento, te huelo, jode casi puedo saborearte… Hueles a fresco, dulce y ligeramente afrutada, como deberían oler los ángeles. Solo de tu olor me he empalmado, joder…. Pones tu mano ligeramente sobre mi bragueta y en el mismo momento me besas, con fuerza y con dulzura. No dices nada, no hace falta, sobran las palabras y a mi me va a reventar la polla.

Bailamos un rato restregándonos, tocándonos por encima de la ropa pero esto se nos queda claramente corto. La primera vez que oi tu voz….. «Te vienes a mi casa? Estoy mojada, mira….». Coges mi mano y la llevas debajo de tu vestido, apartas tu tanguita y toco tu sexo, esta muy caliente, por un momento creo que me abrasara los dedos. Me dedicas una sonrisa digna del mismo demonio. «Me llamo Ayla, por cierto. Y tu?»

Salimos afuera y subimos en el coche «Donde vives?» te pregunto. «Aquí al lado, a 10 minutos. No llevo ni 2 minutos conduciendo cuando bajas mi bragueta y sacas mi falo, lo acaricias un poco y luego lo metes en tu boca. Casi dejo hasta de ver, cada vez que me tocas una energía recorre ni cuerpo entero, creo que voy a explotar de gusto, pero no me dejas correrme, cuando estoy a punto paras y me dices que aparque. Ya hemos llegado, es una casita de 2 plantas, no muy grande, no parece nada especial.

Cuando cruzamos el umbral de la puerta me bajas escalera para arriba, no puedo ni pensar, toda mi sangre esta donde tiene que estar. Al llegar al sótano ya veo cosas que me llaman la atención, me asustan un poco y me excitan mas si cabe: un potro de tortura, una cruz para atar a tus victimas y estanterías y colgadores con lencería colgada, alguna de latex, otra de cuero, toda brillante. AL fondo hay una gran pantalla encendida con una película XXX, en este momento hay una pornostar (Sasha Grey) q esta deleitándose chupando una polla, lamiéndola y dándole besitos, desde luego se lo toma con ganas.

Es justo en ese momento cuando cambias, me coges del pelo y me abofeteas, me muerdes el labio y me dices que saque la lengua, que empiezas a chupar. Oigo ruido detrás mio, pensaba que estábamos solos, pero no es así, una chica vestida con un camisón transparente blanco, con medias y guantes largos de latex blanco, acaba de cogerme el paquete desde atrás. Escucho como le dices a la recién aparecida «Nadia, mira lo que te he traído, putita, quieres que lo compartamos? Estas cachonda?»

Empiezas a quitarme la ropa a veces delicadamente y otra a tirones. Tu compañera me esta poniendo arnés negro de cuero y cuando acaba me pone una especie de calzoncillos de latex y una mascara para cubrirme los ojos.

Antes de que la mascara me deje sin visión observo que te quitas el vestido, pero no los zapatos, aun llevas tu liguero, medias de rejilla negra y un tanga. Me empezáis a mover de forma brusca, hacia una cama q hay con sabanas negras y muy brillantes. Me tiras boca arriba y tu compañera Nadia se amorra a mi polla, chupando y lamiendo, no tardas mucho en unirte.

Ahora solo estas tu y noto como Nadia me seta poniendo unas ¿pulseras? ¿brazaletes? no se lo que es, hasta que noto q no puedo mover ni mis manos ni mis pies, me habéis atado.

«Eres nuestra putita, te vamos a destrozar, zorra.» Y de pronto me cae un bofetón, fuerte, sonoro, un poco doloroso y muy muy muy excitante. Aunque quiera no puedo librarme de las ataduras. Me quejo, con un gritito desesperado de placer. «Que te calles, sucia». No acabo de entender que pasa, pero antes de que pueda quejarme me metes una mordaza en la boca. «Mmmmmmm» «Mmmmmmm» es lo único que puedo vocalizar. Me doy cuenta que me tenéis del todo a vuestra merced, soy como vuestro juguete.

Nadia sigue chupándomela, pero cada vez de acerca mas hacia abajo hasta que me acaba haciendo un beso negro, lento, cálido y excitante. Vuelve hacia mi rabo, y de pronto ademas noto sus dedos jugando en mi culo. Me quejaría, gritaría, me revolvería, pero estas cabronas me tienen anulado. Ahora ya no juega, me esta metiendo dos dedos por el culo. Mientras tanto me empiezan a besar, lamiéndome las comisuras de mi boca amordazada. «Te voy a quitar esto un momento de la boca, como grites te destrozo, perra» Me quitas la mordaza, pero pronto noto como te has sentado encima mio restregándome el coño por la boca, apenas puedo respirar, pero chupo como si no hubiese mañana, tampoco puedo mover nada que no sea la lengua de lado a lado de tu clítoris, que noto caliente y inflado.

Ahora la que esta encima mio coge mis pies y los levanta, también me quita la mascara y me pregunta «¿Te gusta que te den por el culo, zorra? No digas nada, me da lo mismo si te gusta o no.» Por el otro lado veo como Nadia se esta poniendo un tanga con una polla de goma, se acerca a Ayla y se la mete en la boca . Luego noto la polla de goma en mi año. La mete poco a poco lubricada con la saliva de Ayla, grito, placer, dolor, nunca había sentido nada asi, pero gritar es algo que no me tienen permitido y vuelven a ponerme la mordaza. «Grita lo que quieras ahora, grita, que te voy a follar hasta el fondo, perrita.» me dice Ayla, que es la que parece q mas disfruta insultándome. Nadia no dice nada solo me embiste con su gran falo de goma negra.

Noto que Ayla me empieza a hacer una paja, que no tarda mucho en convertir en mamada, Parece que note que estoy a punto de correrme, aumenta un poco el ritmo y se acerca, se acerca, se acerca. Exploto dentro de su boca, me mira con la misma cara que en club, mientras recibe toda mi semilla en su boca. Tiemblo como un flan, si estuviese de pie me fallarían las piernas, me noto medio mareado.

Me quitan la mordaza y me empiezan a besar, un beso profundo, mojado, con mucha lengua, que bien que besa Ayla. No tarda mucho en volver a poner su coño en mi boca, y ella va lamiendo el de Nadia. «Chupa, chupa, me corroooooo» «Ahhhhh Ahhhhh, siiii, joooooder siiiiiiiiiiiiiiiiiii». Noto como me explotan en la boca tus fluidos, calentitos y salados, exquisitos.

Os empezais a besar y a acariciar, todos hemos acabado con un gran orgasmo en la cara de alguien. Yo me he corrido en la boca de Ayla, Ayla en mi boca (aun noto su sabor, q rica) y Nadia en los morros de Ayla.

Se levantan y empiezan a vestirse, ha sido el mejor polvo de mi vida. Nunca me había acostado con 2 mujeres a la vez, ni me habían penetrado por mi culito, ni puesto un arnés de cuero….. Veo que se acercan hacia la puerta. «Oye, cabronas, que me vais a dejar aqui atado o que?» Ayla se acerca hacia mi, pero en lugar de soltarme me vuelve a amordazar y aprieta mis correajes.

La miro con cara de miedo mientras se acercan hacia la puerta, cada una con una mano en el culito de la otra…… y justo antes de cerrar el sótano me volvió a mirar por tercera vez con la misma cara de viciosa lasciva. Ahí fue cuando me di cuenta que no iba a salir jamas de ese sótano, había caído en su trampa como las moscas en la telaraña.