¿Eres muy propicia a las infecciones…ahí abajo? Yo en mi juventud he tenido algunas molestias intermitentes, pero desde que he recibido algunas pautas especiales ya ha quedado en la historia mis anteriores molestias.
La higiene íntima femenina merece una atención especial que no llegue al ” exceso de limpieza”, que puede desencadenar la destrucción de nuestras propias bacterias “sanas” (el uso de duchas vaginales y jabones antibacterianos alteran la barrera protectora de la zona vaginal).
– Este tipo de jabón puede eliminar los bacilos Döderlein, que son responsables de mantener el PH ácido de la vagina saludable. El nivel controlado de este bacilo es una forma de protección contra los microorganismos que causan enfermedades.
– Para reducir la susceptibilidad a las infecciones, podemos usar jabones que contienen ácido láctico en su fórmula y/o pasar por su ginecólogo para que le recomiende la ingesta medicamentos de probióticos con lactobacillus.
¿Qué hago y qué no hago?
Les comparto algunas de las indicaciones de mi ginecóloga de cabecera y algunas más que he aprendiendo:
- Jabones íntimos: Cuando te duches presta especial atención a la vulva (la zona exterior), ya que hay varios pliegues en esa región y se puede acumular esmegma, un residuo blanco que se forma por la combinación de las células epiteliales, secreción genital y grasa. Puesto que los jabones son alcalinos, si se usa en exceso en esta región puede dar lugar a una posterior irritación.
- Esponjitas y bastoncillos: No es recomendable usar estos objetos en la zona de la vagina, un jabón neutro es todo lo necesario.
- Papel higiénico: Para evitar la contaminación con las bacterias del intestino, nos limpiamos siempre hacia afuera; es decir desde el final de la vagina hacia el ano. Si no hay papel higiénico adecuado, puede utilizar las toallitas húmedas. Los bidets también son adecuados, pero hay que evitar el agua muy caliente, que puede disminuir la protección natural de la vagina. Evita los papeles perfumados.
- Compresas y copas menstruales: Durante la menstruación, se debe prestar atención especial a la higiene, ya que la sangre presente altera el pH vaginal. Además, la propia sangre es un “medio de cultivo”. El absorbente interno o externo se intercambiarán de acuerdo a la necesidad, pero el intervalo entre intercambios no exceda de cuatro horas durante el día.
- Toallitas húmedas: Puede ser una alternativa cuando la mujer está fuera de casa o papel higiénico no es muy suave y puede irritar la piel. No se recomienda el uso continuo, ya que puede causar reacciones de irritación o hipersensibilidad.
- Salva Slips: No se recomiendan debido a que la zona no “respira” igual. Además, el perfume que traen los protectores puede causar irritaciones o alergias.
- Perfumes íntimos: En general se debe evitar hasta los específicos perfumes íntimos, esto puede causarte irritación, sequedad y quemazón, ya que se trata de una zona muy delicada.
- Panties: Antes de comprarlos averigua si son cómodos y permiten que la piel respire. Puede ser de algodón, tejidos sintéticos, pero asegúrate de que no impiden la transpiración y son fáciles de lavar y desinfectar.
No laves tu ropa interior en la ducha, que es un ambiente húmedo y tarda mucho más en secar, lo que puede dar lugar a la proliferación de microorganismos patógenos. También se debe evitar el uso de suavizantes y cloro en el lavado de la ropa interior, que pueden causar alergias o irritación. Algunos profesionales recomiendan dormir sin ropa interior, por dejar la vagina “respirar”. Por la misma razón, es bueno evitar los pantalones apretados, especialmente cuando la mujer pasa la mayor parte del día sentado.
No debemos tomarnos a la ligera la higiene en esta zona ni el cuidado diario, son pautas esenciales para nuestro bienestar diario.