A partir de 2020, con la inexorable llegada de la pandemia, el negocio del «sexo virtual» comienza a experimentar un considerable aumento. No en vano, se trata de un servicio sexual o pornografía, sin ningún tipo de contacto físico entre los participantes, como el que ofrece Amateur.tv. Esto es algo ideal en tiempos de coronavirus, pero como ocurre con otras muchas actividades, esta tendencia no solamente se ha consolidado, sino que sigue una línea claramente ascendente.
Durante las sesiones de sexo a través de webcam, miles de usuarios pueden estar conectados simultáneamente, eligiendo entre una de las muchas modelos que actualmente ofrecen este servicio online. Dichos usuarios con cada token añaden dinero a las webcamers, para las cuales puede suponer un lucrativo negocio, siempre teniendo en cuenta la popularidad de cada una.
Trabajar de modelo erótica frente a una webcam, consiste en cumplir las fantasías de un cliente o varios, desnudarse frente a la cámara durante una sesión virtual, un striptease digital. Cada modelo podrá llegar lo lejos que ella desee, alcanzar mayor o menor grado de desnudez, en función de lo que nos usuarios deseen obtener, pagando el precio requerido para ello.
Debido a que no existe ningún tipo de contacto físico, las personas que deciden entrar en este negocio, no se consideran parte del mundo de la prostitución. Existen multitud de estudios donde las modelos pueden trabaja, generalmente el mayor número de horas posibles, pero también hay modelo que realizan este trabajo desde su propia casa y algunas con un éxito bastante considerable. Elija la modalidad que elijan, siempre será necesario contar con la infraestructura necesaria, contar con los servicios profesionales de una plataforma web, que haga posible que moneticen el trabajo realizado.
Perfiles de las webcamers
En cuanto a los países donde este negocio está más desarrollado, el principal país que más especializado está en la difusión de contenidos por webcam es Rumanía. La segunda potencia mundial nos la encontramos en Colombia.
La gran mayoría de modelos se introduce en este sector de entretenimiento para adultos por dinero, eso puede resultar evidente. Pero también hay un componente narcisista, ya que no es menos cierto que a muchas de las chicas les gusta sentirse deseadas, admiradas, esto á veces les puede provocar una satisfacción que puede ir más allá del dinero.
Algunas modelos tratan de realizar una performance, donde más que el espectáculo erótico en sí, tratan de lograr una conexión íntima con el cliente, tratan de seducirlo, de enamorarlo, utilizando todas sus armas y como no, la inteligencia emocional.
No hay que negar que trabajar de modelo erótica frente a una webcam puede ser agotador, tanto física, como mentalmente, ya que las modelos tienen que fingir sus emociones. No importa el día a día, no importa cómo se encuentren en ese momento, tampoco importan sus problemas cotidianos ni cualquier otra circunstancia, la modelo debe plantarse delante de la cámara y abstraerse de todo para satisfacer a sus clientes. Es un esfuerzo mental muy importante, para el que hay que estar preparada.