Todas hablaban de eso, yo con mi timidez era incapaz de opinar, se burlaban de mi todas, algunas decían que ya mamaban, otras que se lo hacían a ellas, pero ninguna lo había completado, todas éramos señoritas, hasta que llegó Paola, ella éra más grande que todas y ya lo había hecho, y pues fue el centro de la atención. La llenabamos de preguntas y nos aclaraba nuestras dudas. Un dia me la encontré en el baño y no pude desaprovechar que estábamos solas. -¿Y por detrás?- le pregunté como sin querer, se me quedó viendo un poco asombrada. -¿Porque, quieres intentarlo por allí?- me preguntó sería sin poder creer lo que le había dicho. -No, es que, pues he oído, dicen cosas, no se , Tú sabes,
¿que opinas tú de eso?.- -¡Noooombre, eso duele mucho, yo no se como hay algunas
que pueden hacerlo así!-me quedé pensando, para mi no era tan feo, es mas, me gustaba, sólo que… – Sí hay unas que con el cuento de seguir siendo vírgenes lo hacen por allí. Pero tú ni lo intentes, estas muy bonita, no dejes que te hagan tanto daño. – Está bien no me voy a dejar- le contesté tratando de ser convincente, aunque en verdad no me parecía tan malo.
Toda la semana lo traje en mente, seguir siendo virgen, ya hay quién lo hace, no debe ser tan malo, además por lo que he alcanzado a sentir es hasta rico. Luego en una reunión con unas primas ya mayores supe que eran mejores para el sexo los hombres maduros , «los
muchachos nomas piensan en ellos», dijeron, y me acordé de mis experiencias anteriores, mis primos ni pensaron en mi, en cambio, el señor del deshuesadero de autos, no, el fue otra cosa, nomas me acuerdo y siento explotar toda otra vez. Y así poco a poco fui entendiéndo las cosas, ya se que ellos hechan una cosa rara, lechosa, y ¿Una que?. Dormida esa noche, soñaba con mi encuentro en el asiento del carro, recordaba como me abría un poco mi colita la cosota aquella y temblaba toda, me desperté y estaba toda
sudada, sin querer al tratar de acomodarme la ropa de dormir, me pase mi mano por mi conchita y sentí escalofrios, recordé que me había hecho sentir rico con sus dedos, con miedo acerqué mis dedos y me frote suavemente, Ahhh delicioso, sentí escalofrios, los retiré inmediatamente, no podía hacerme eso yo, ¿Como?. Me recoste de lado apretando
las piernas lo más que pude y retiré mis manos de allí al frotar de mis ropas siguió la sensación, me comenzaba a doler allí, bueno, pensé, nomas poquito y ya, volví a acomodar mis dedos timidamente, y sentí eso de nuevo,seguí un poco más, Ahhhh rico, un poquito nada más, otro, y seguía y seguía, me acordé de mi colita, me moje mi dedo medio con saliva y me lo puse en mi anito, y … Aaaaaahhhh, otra vez esa sensación de explotar toda, fue riquísimo tenía que probarlo otra vez pero sin dejar de ser virgen, ya estaba decidido. En la escuela nada más yo no tenía pareja ya, todas tenían novio y me platicaban lo que hacían con ellos como presumiendome, ja!, sí supieran, yo sin novio tenía más experiencia
que ellas, accedi a andar con un muchacho más por estar en el grupo que por gusto, es más era re tímido, y yo necesitaba más. De vez en cuando esperaba en el camion para ver sí volvía a ver al señor que me hizo sentir tan rico y no supe más de el, lástima. Un dia nos quedamos después de clases en la escuela y estábamos mi novio y yo en la parte trasera de la escuela, estábamos prodigandonos besitos y caricias de noviecitos inocentes, entonces, yo quise ir más allá, parados como estábamos le dirigí su mano a mis nalgas. De principio se sacó de onda y se me quedó viendo lelo, lo bese y le deje la mano allí, no sabía que hacer, le puse la otra mano y lo abrace por el cuello, me agarraba nada más, entonces pensé en ser yola dirigente, le tomé el miembro por encima de su pantalóny le abrí el cierre, se la saqué y vi que era muy chiquito, comparado con los que había visto, me arrodille y se lo comencé a chupar, estaba todo sacado de onda, pero yo ya estaba caliente, estaba bien metida en lo mío, me comencé a sobar yo sola, cuando sentí un jalón en el brazo, ¡nos habían cachado , quedé perpleja, ¡no podía ser posible!, nos comenzó a encaminar hacia su oficina a un lado de la alberca, cuando Felipe se safo del brazo y comenzó a correr dejandome sola allí, llegamos a la oficina y me sentó en una silla frente a su escritorio y se sentó a un lado mío, tenía mi cara cubierta con mis manos de la vergüenza. -Los vi desde que llegaron y los estaba espiando, te vi desde el principio.- me dijo con voz suave. -¿Y porque no nos llamó? – Le contesté sin quitar las manos de mi cara. -Porque en verdad me sorprendió tú actitud. – ¿y cuanto tienes haciendo eso? -Es la primera vez que lo hacia. -¿En verdad?, se te nota más experiencia. – me dijo con
cara de incredulidad. -Es verdad nunca lo había hecho, bueno… Más bien nose como hacerlo. Por eso lo estaba intentando con el. -¿Y quieres aprender?- me dijo levantándose de su silla encaminadose frente a mi. – Sí pero… -Acuérdate que te puedo reportar, pero sí tú quieres aprender, y no quieres que nadie se entere lo que estabas haciendo… te podrían suspender, ¿como lo tomarían tús papás?.- No lo podía creer, estaba en un problema,
y todo por curiosa. Levanté mi mirada y note pues que no era feo, tendría unos 30 años, «un hombre maduro» pensé. -Pero, no quiero perder mi virginidad- me salió sin pensar,
cuando quise arrepentirme, ya lo había soltado. -No, te preocupes, eso no va a ser problema.- me dijo acariciandome el cabello, me tomó de la mano y la puso en su cosa por arriba del pantalón, era enorme, se sentía caliente, fijé mi mirada allí. -abreme el cierre.- me dijo suavecito… continuará