Hola ¿qué tal? Quería contaros, después de leer muchos relatos vuestros, la primera y única vez que le fui infiel a mi mujer.
Yo soy Auxiliar de Farmacia, tengo 33 años, trabajo en Sevilla en una Farmacia donde somos otra compañera, la Farmacéutica y yo. Ocurrió en Julio del 2006, por motivos vacacionales, mi compañera de trabajo no estaba, así que solo estábamos la jefa y yo.
Generalmente, cuando hay guardias diurnas ella no va, pero al estar yo solo, fue para que no hubiera problemas. He de deciros, que ella tiene ahora 38 años, rubia, bajita y algo rellenita y aunque a mí no me gusta mucho (aunque me he hecho muchas pajas pensando en ella), mis amigos dicen que está muy buena, ella siempre ha tenido una educación muy religiosa, rozando la mojigatería, pero lo que ocurrió me dejó helado.
Pasó que en esa época lo estaba pasando mal porque se estaba separando de su marido y luchaba por la custodia de su única hija y yo siempre me llevo a las guardias un Tv, pequeño con Dvd incorporado con alguna peli porno alguna vez, como esa ocasión ocurrió. Pero como no esperaba que ella fuera a la guardia, no lo quise poner, y ella me preguntó sospechando que por qué no ponía el Dvd (no tenemos antena de tv), le dije que no, que solo tenía un documental aburrido y que no me apetecía, ella insistía y yo me negaba y por la cara que puso, me di cuenta de que sospechaba que le mentía…
A los 30 minutos, me entraron ganas de ir al baño, y sorpresa, cuando salgo, ella había conectado la tv y estaba empezando el aviso de antipiratería, etc. Me puse fatal, nervioso y le dije que la quitara, y ella me dijo: Deja, deja que quiero ver los documentales que ves tú mientras trabajas… Me quedé helado, cortado, salió el titulo creo que era algo así, como madura que la ponen duras o algo parecido, y nada más empezar, una escena de un tío que trabaja en una zapatería y la jefa lo obliga a follársela en la trastienda. Yo le decía continuamente que la quitara, pero ella se negaba, diciendo que su marido jamás le había dejado ver una película de esas. Cuando la jefa de la peli se follaba a su empleado, me dijo a mi ella: Mira, el sueño de todos los tíos, una jefa buena y liarse con ella, y empezó a reírse… Yo le dije: Pues yo opino que donde tengas la olla, no metas la p… En alusión a que tengo dos hijas y no me jugaría jamás el puesto de trabajo. Y me replica: Eso dirás tú, pero si un día una jefa tuya te pidiera sexo y te asegurara que no pasaría nada en tu trabajo, no creo que te negaras.
A mí, me dio la impresión de que me estaba picando a ver por donde salía yo y le dije: Mujer tendría que ser así y asegurarme de que no se enteraría mi mujer claro y yo no me negaría más que nada por no hacer que peligrara mi trabajo (intentando hacerme una víctima). Dicho esto, me empalmé como un cosaco, y era obvio pues a mediodía, para estar más cómodos nos quitamos las batas y yo llevaba un pantalón de pinzas de vestir y se notaba muchísimo el bulto. Ella al verlo se empezó a reír y me dijo: pues tú pensarás una cosa, pero tu amigo piensa otra… Yo negué que estuviera excitado, pero ella me dijo: ¿ah no? ¿Entonces ese bulto? Bájate la cremallera a ver que es, yo le dije que no, y ella más seria me replicó: antes me dijiste que no te negarías por no hacer peligrar tu puesto de trabajo ¿no? Pues imagina que está en peligro y bájate el pantalón.
Noté una mirada de lujuria y superioridad increíble como jamás había visto en ella. Con mucha vergüenza, me bajé el pantalón, los slips, y mi polla saltó como si tuviera un muelle. Ella se quedó muda, me dijo: vaya y ¿qué pensabas masturbarte viendo la película esa? Le dije: solo algunas veces lo he hecho no pienses que lo hago en todas las guardias. Y ella me replico: pues me gustaría verlo, mi marido era demasiado estrecho en el sexo y jamás me dejó verlo como él lo hacía, además es la única que he visto después de la de mi marido. Le contesté que me daba vergüenza masturbarme delante de ella. Y ella con otra mirada más fría aún me dijo: hazlo. Yo solo le contesté, es que tú ahí mirándome sin hacer nada entiéndeme que es muy agresivo para mí, y acto seguido, se abrió la camisa que llevaba dejando al aire el sujetador blanco con encajes que tantas veces le había visto al agacharse por cosas, y me dijo: ¿está mejor así? Empieza….En ese mismo instante, se me puso como una piedra y ya con menos vergüenza, comencé a masturbarme muy despacio, sin apartar la vista de ese sujetador que dejaba a la vista en la transparencia los pezones.
En menos de dos minutos calculo, ya me estaba pajeando frenéticamente, acariciándome con la otra mano yo mismo los huevos, ella al verme hacer esto, me dijo: ¿me dejas que los toque un poco solo? Yo ni siquiera contesté, me acerqué a ella a un palmo de su cara y ella empezó con la mano izquierda a tocarme los huevos sin dejar de mirarme a la cara de gusto que tenía yo y de vez en cuando a mi polla como me masturbaba. Yo sin pensar en lo que decía, le dije: por qué no te tocas tú un poco, no es justo que yo lo haga y tú no… ella no medió palabra, y con su mano derecha libre, la metió bajo las faldas e hizo algo que me sorprendió, se subió a tope la falda y se bajó las bragas con un movimiento de piernas y las dejó caer al suelo. Allí a la vista quedó su coño, con los pelos no muy bien cuidados, negros, pero más ausentes por la parte de la raja, y sin decir nada, mirándome a la cara, se empezó a pasar el dedo por su rajita y acto seguido se mordía el labio del gusto que estaba sintiendo.
No tardó ni 30 segundos en pasar su mano izquierda de mis huevos a la polla, me apartó mi mano con rudeza y empezó a pajearme mientras con la otra mano seguía ella con su paja. Yo instintivamente, arquee mis caderas para que mi polla que estaba a escasos 10cm. de su cara estuviera aún más cerca y ella que en ese momento tenía los ojos cerrados, al abrirlos, sin decir nada, acercó su boca a mi polla y empezó a besar la punta, se veía que no tenía ni puñetera idea de como comer una polla, y poco a poco fue metiéndosela en la boca y chupándola con más ganas.
Yo estaba en la gloria, y sabía que si seguía la cosa así me correría pronto, y de repente, va y me dice: ¿sabes el tiempo que hace que no hago esto a nadie? Le dije mucho seguro, se que llevas más de 7 meses separada. Y me dijo: no, no, si mucho antes casi no hacíamos nada, este es medio cura y el sexo no le va nada. A mi aquello me disparó, y le dije: entonces solo la postura del misionero ¿no?, se sacó la polla de la boca y me dijo si, solo eso, con lo que me gustaría probar otras cosas… lo dijo con una cara de cordera degollada que ni os imagináis, como pidiéndomelo por favor… y ya me lancé del todo y le dije: y que postura te hubiera gustado más. Y me suelta: por la espalda, como… (se mordió la lengua, seguro que quería decir como a una perra) y me dijo… como los perros… por la espalda… con la voz entrecortada de la paja que se estaba haciendo ella misma.
Yo sin decirle nada, le saqué la polla de la boca, la cogí de la cabeza, nos quedamos mirando fijamente 10 segundos, y le dije: ¿quieres probar? se levanto, se dio la vuelta sin decir nada, y apoyó las manos en la mesa del ordenador. Yo me cogí la polla, la puse en su raja por detrás y se la metí muy despacio, disfrutando cada cm. que le entraba en su mojadísimo coño, ella de repente se puso a gemir como una loca, y en menos de un minuto, se puso a dar grititos, y tuvo un orgasmo, mientras llevaba mis manos a sus tetas y ella misma se las frotaba usando mis manos.
En cuanto me di cuenta de que se había corrido, pensé: joder se corrió y me quedé sin nada, pero sin parar de moverse, se dio la vuelta y me dice: No pares de mirarme a la cara. Me empujó sobre la silla de ordenador, y cuando me senté, se abrió a horcajadas y puso las rodillas apoyadas en la silla y se subió sobre mí, se metió mi polla dura y comenzó a saltar como una loca, yo me puse a comerle las tetas (tiene al menos una 95), y ella me agarró de la barbilla con fuerza y me dijo con autoridad: ¡he dicho que no dejes de mirarme a la cara! Yo ahora supongo que eso tampoco lo había podido hacer jamás con su ex, así que la agarré de las caderas y me puse a meterle la polla con la fuerza que la postura me dejaba, ella ya descompuesta a los 5-6 minutos me dijo: ¡otra vez, me viene otra vez! Y Yo le dije: y yo no aguanto más, me corro también… De pronto se le cambió la cara y me gritó: nooo, nooo, ¡que no tienes condón! y yo sin hacerle caso seguí metiéndosela y empecé a correrme dentro de ella, mientras ella con pocas ganas intentaba que parase, pues también se estaba corriendo.
La corrida duró una barbaridad por parte de los dos, y cuando pararon los espasmos de los dos, dijo ella con cara de póker: Joderrrr la que hemos liado, con la de condones que tenemos aquí para vender. Se puso muy nerviosa, y yo la tranquilicé y le dije: mira tenemos las pastillas del día después, tómatelas: Sonrió nerviosa, y me dijo: si es verdad, las cogió y se fue a su casa sin decir una palabra. Yo me dije: joder veremos a ver mañana la que me cae, como le venga un bajón o algo parecido.
Al otro día, vino sin más, no hablamos más del tema, y jamás hizo ninguna guardia más conmigo, y solo cuando pasaron unos pocos días, llegó un día y delante de mí cogió un paquete de compresas, y me dijo con una sonrisa tranquilizadora: pasa las compresas por el ordenador y redondea el dinero… ya nunca más se habló del tema ni por asomo… ¿a alguno os pasó alguna vez algo parecido, pero de verdad como a mí?